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jueves, 2 de mayo de 2013

Evasión o Victoria: El 'partido de la muerte' del Dynamo

Los escasos intentos de aprovechar el tirón popular del fútbol para plasmarlo en a la gran pantalla han terminado siendo, en la mayoría de los casos, un fracaso comercial o películas de baja calidad que pasaban inadvertidas por la cartelera. Cuando en 1981 apareció 'Evasión o Victoria' todo parecía indicar que seguiría el mismo camino, a pesar de contar con una leyenda como John Huston en la dirección y un elenco de extraordinarios actores junto a jugadores de renombre. Con el paso del tiempo, la película se ha convertido en una obra de culto.

Para entender mejor la magia de la cinta, el trasfondo histórico del guión y las anécdotas que rodearon al rodaje, conviene echar un vistazo al libro 'un partido de leyenda', escrito por Carlos Marañón -director de Cinemanía e hijo de un mito del RCD Espanyol, Rafael Marañón-

Un partido de leyenda, Carlos Marañón

Evasión o Victoria (1981)
Sinopsis:
Rodada por John Huston en 1981 sitúa la acción dentro de un campo de concentración en plena II Guerra Mundial (1943) donde el Mayor Karl von Steiner -papel interpretado por Max von Sydow-, antiguo jugador de la selección nacional germana, logra arrastrar con su romanticismo por el fútbol al Capitán británico John Coltby (Michael Caine), también internacional por su país y ex futbolista del West Ham, con el propósito de disputar un encuentro entre un combinado del III Reich contra un grupo de prisioneros procedentes de diferentes nacionalidades.

El espíritu del guión queda definido con la sentencia que Max von Sydow pronuncia: "Las naciones deberían resolver sus discrepancias en un campo de fútbol".
Max von Sydow junto a Michael Caine en una escena del film.
Análisis:
Es una cinta que mezcla los tópicos de dos géneros: por un lado el bélico y por otro el de los deportes. El trasfondo de la guerra ofrece situaciones utilizadas en otras películas de guerra como los planes de fugas dentro de un típico escenario compuesto por soldados, barracones o las temidas alambradas. Mientras que el fútbol, eje principal, arroja también sus clásicas aportaciones con los entrenamientos, la convivencia de los deportistas y el crecimiento del grupo.

Visto así, parece que el resultado es el de una película convencional que no debería haber pasado a la memoria colectiva dado el escaso éxito recaudado en la cartelera, a excepción de la U.R.S.S., España y Gran Bretaña. Pero la conjunción de ciertos factores como juntar estrellas de Hollywood con mitos del balompié para rescatar un episodio de la guerra, desconocido en occidente, en un proyecto que terminó implicando a muchos profesionales del fútbol, y todo ello orquestado por uno de los mejores directores del momento. Un cóctel así, estaba llamado a ser recordado con el tiempo como una obra de culto.

El nacimiento del fútbol soviético
La revolución bolchevique de 1917  hacía nacer la Unión Soviética bajo un paraguas de múltiples nacionalidades -15 países- y etnias. Gran parte de los primeros clubes deportivos de la U.R.S.S. tomaron el nombre de los colectivos a los que pertenecieran, como asociaciones sindicales de trabajadores. De ahí que tengamos por ejemplo al:
  • CSKA: Centro de deportes del ejército.
  • Dynamo o Dinamo: Ministerio del Interior.
  • Lokomotiv: perteneciente al gremio ferroviario.
  • Torpedo: relativo al sector del automóvil.
  • El Spartak era conocido como el "equipo del pueblo", debe su origen al esclavo Espartaco que se rebeló contra Roma.

Apodos que se extendieron a todas las repúblicas soviéticas y países pertenecientes al eje comunista, desde Rusia a Bulgaria, desde Moscú a Kiev.

El Dynamo de Kiev
El campeonato soviético se disputó desde 1936 hasta 1991. El torneo fue dominado principalmente por cuatro clubes, tres moscovitas -CSKA, Dynamo y Spartak- y otro de Kiev, el Dynamo (Динамо). Los 13 títulos ligueros y los 9 de Copa cosechados por los ucranianos y el hecho de nunca haber descendido de categoría les convirtió en el equipo más relevante de la Unión Soviética.



El club fue fundado en 1927 como parte del cuerpo de la policía, una situación que su fue relajando con la entrada del profesionalismo. Por sus filas han pasado grandes jugadores como: Oleg Blokhin, Igor Belanov, Andriy Shevchenko, Oleg Protassov, Aleksandr Zavarov, Serhiy Rebrov o Valeri Lobanovsky, el cual da nombre al estadio de la entidad blanquiazul.

El inicio del FC Start
En 1941 Kiev estaba sometido a dos poderes totalitarios, de un lado Stalin -quien en la década anterior había orquestado una hambruna sobre Ucrania- y por otro la reciente invasión de los nazis a la Unión Soviética. Ambas fuerzas se midieron en la capital ucraniana en un cruel combate que devastó la ciudad y destrozó al Ejército Rojo.
La victoria de los nazis supuso otro nuevo giro en el control del país. Un cambio visto con buenos ojos por algunos de los ciudadanos kievitas. Mientras, Kiev iba recuperando parte de su ritmo: el trabajo, el ocio y el bullicio volvían.

En una de las panificadoras de la ciudad un patrón enamorado por el fútbol fue reclutando como empleados, para jugar después del trabajo, a varios antiguos integrantes tanto del Dynamo como del Lokomotiv. El resultado no tardó en salir del horno en forma de F.C. Start -que significa inicio-. Un nuevo comienzo bajo el color rojo de las camisetas que encontraron abandonadas en un negocio cercano.

La fama del FC Start
El fútbol servía para ahogar la penuria de la guerra, el equipo del FC Start (CTAPT, en ciríclico) encontró rivales con los que foguearse, resolviendo con soltura sus primeros enfrentamientos disputados en 1942: 7-2 ante el Rukh -jugadores locales afines al nuevo régimen nazi-, 6-2 frente a un combinado de soldados húngaros -aliados al III Reich-, un humillante 11-0 contra un equipo formado por militares del regimiento rumano. El ciclo de victorias se cerraba con el primer gran duelo ante un conjunto alemán, el denominado PGS, con 6-0 para el Start.
A pesar del contundente resultado ambas escuadras quedaron inmortalizadas en una imagen que transmite camaradería y buena sintonía, aunque desde las altas instancias de los poderes políticos nazis la estampa de un equipo ucraniano vestido de rojo y goleando no eran la mejor propaganda.

El supuesto último partido de la temporada fue ante una escuadra húngara casi profesional bajo la denominación de MSG Wal, el 5-1 final demostraba que el Start era una apisonadora. Los magiares pidieron la revancha debido a que gran parte del choque dispusieron de un hombre menos -no existían las sustituciones-, la revancha se saldó con 3-2 para los ucranianos y el cartel de invictos.

El 'partido de la muerte'
La fama del Start motivó que el Flakelf desplegara sus alas. El once formado por parte de la hasta entonces invencible aviación alemana, la Luftwaffe, y parte del cuerpo de artilleros fue bombardeado por los kievitas con un incesante tanteo de 5-1.
Los nazis no podían permitir tal ofensa ni que la moral de los ucranianos creciera merced a los resultados de un equipo local. Por ello, tres días después, el Start era llamado para enfrentarse de nuevo ante un dolido Flakelf, que sumaba incorporaciones al plantel. El estadio Zenit de Kiev fue el escenario elegido para un duelo con mayor tinte político en el que se pidió al once soviético realizar el saludo al Fuhrer -un gesto que había realizado la selección inglesa cuando jugó en Berlín-.

Bajo una atmósfera cargada de presiones extradeportivas con ambiente militarizado de las gradas, a pesar de las consecuencias que siguieron ante la exhibición del conjunto vestido de rojo; el Start quiso darse el placer de vencer. Aunque el precio fuera demasiado caro. No hubo saludo inicial y tampoco piedad del Start, 3-1 al descanso y un 5-3 definitivo de un partido que no tuvo silbatazo final. 

Las consecuencias del triunfo del Start
Hay distintas versiones acerca del desenlace de la historia. En los países comunistas fue corriendo la voz de un dramático final con todo el equipo ejecutado en el propio terreno de juego o una versión más 'benévola' en la que habrían terminado todos en campos de exterminio. Ensalzando el carácter patriota de aquellos héroes con botas.

Siguiendo la teoría del escritor Andy Dougan, la plantilla del Start incluso disputó un partido al día siguiente con otro festín ante el Rukh -equipo vinculado al régimen- (8-0), un resultado que habría motivado que los altos mandos nazis consideraran definitivamente al equipo ucraniano como un molesto lunar al que extirpar.

Tras un posterior proceso de interrogatorios, dirigidos por la Gestapo, uno de los miembros del equipo -que formaba parte de los servicios secretos soviéticos- murió a causa de las palizas. El resto de la plantilla fueron trasladados al campo de concentración de Syrets (Kiev) donde la crueldad del autoritario y sanguinario comandante Paul Otto Radomski acabaron con la vida, entre otros, de 3 ex futbolistas del Start. Los cuerpos sin vida se enterraron en la fosa común en el barranco de Babi Yar.
Babi Yar, Kiev, Kyiv
Monumento en memoria de los fallecidos en Babi Yar (Kiev)
Con el paso de las décadas aquellos futbolistas fueron considerados como la personificación del patriotismo de Ucrania. Los homenajes se sucedían para ser recordados para la posteridad con un monumento levantado en la entrada del campo del Dynamo de Kiev, rebautizado como Valeri Lobanovsky -eterno entrenador del club-, también se renombró al estadio Zenit, donde el Start disputó sus encuentros, como Start Stadium.
Monumento en memoria del Start en el Valeri Lobanovsky
El 'Partido de la muerte' y el cine
La historia del Start se llevó al cine en dos ocasiones por parte de países del eje comunista. Los húngaros rodaron 'Two Half Times In Hell' y más tarde eran los soviéticos los que aportaban su grano de arena con 'The Third Half', ambas desde una perspectiva más exagerada, mitificando al equipo ucraniano.

El director norteamericano John Huston contaba en su elenco de colaboradores con personas de Europa del Este. De ahí que el Start inspirara su nueva obra. El productor era húngaro, el argumento recayó sobre un yugoslavo y el guión sobre un ruso, resultando más que probable que todos ellos conocieran la historia del cuadro kievita e incluso las películas que se realizaron.

Pelé y unas cuantas estrellas
El contrato de Pelé con la Warner de Steve Ross, además de haber supuesto uno de los fichajes deslumbrantes del Cosmos de NY, permitía contar con el astro brasileño para distintos proyectos. El '10' se sumaba al reparto junto a los actores Sylvester Stallone, Max von Sydow, y Michael Caine, cuyo personaje curiosamente homenajea a Booby Moore -durante el metraje se sabe que es internacional con Inglaterra y ex jugador del West Ham-.

Jugadores que aparecen en la película:
  • Bobby Moore: Mítico capitán de Inglaterra en el Mundial de 1966 al que le unía una buena relación con Pelé y Michael Caine, otra amistad célebre del legendario jugador 'hammer'.
  • Osvaldo Ardiles: Argentino, su fama creció al enrolarse en las filas del Tottenham y por ser pieza clave en el campeonato del Mundo de 1978 que concluyó con victoria de la albiceleste.
  • Kazimierz Deyna: Internacional por Polonia dentro del equipo que sorprendió en Alemania Federal de 1974. Tras el rodaje, se incorporó a la exótica Liga norteamericana.
  • Paul van Himst: Centrocampista belga que defendió la camiseta del Anderlecht durante la friolera de 16 temporadas.
  • Mike Summerbee: Jugador inglés que se convirtió en icono del Manchester City.
  • Hallvar Thoresen: Delantero noruego que desarrolló gran parte de su carrera en los Países Bajos.
  • Co Prins: Ariete del Ajax y uno de los pioneros europeos en probar suerte en el recién creado torneo de fútbol en EE.UU.
  • Werner Roth: Jugador yugoslavo del NY Cosmos, ex compañero de Pelé, ejerce el papel de capitán del combinado nazi. Internacional con Estados Unidos.
  • Otros jugadores que asoman por la cinta son: Russell Osman, Soren Lindsted o John Wark.  
El estadio escogido para grabar fue el Nándor Hidegkuti, feudo del MTK Budapest en homenaje a uno de los protagonistas de aquella mítica selección húngara de 1954, con el aspecto vetusto para hacer creer que era el mítico Colombes de París, estadio que fue sede en los JJ.OO de 1924 y del Mundial de fútbol de 1938.

El equipo inglés que se convirtió en nazi
Si las escenas deportivas pretendían ser verídicas había que encontrar a jugadores profesionales que hicieran las veces de rival, junto al capitán del Cosmos neoyorquino y futbolistas semiprofesionales húngaros que se sumaron al grupo. Como cuenta Marañón en su libro, el técnico Bobby Robson fue el inesperado responsable del logro.

Robson fue durante 13 campañas entrenador del Ipswich Town. Su larga lista de amigos y colegas llegaban hasta Hollywood, donde andaban buscando un plantel de jugadores que quisieran pasar unas vacaciones en Budapest, ciudad del rodaje, a razón de cinco semanas en una exótica ciudad, por aquel entonces era complicado y extraño viajar a un país comunista, y con un buen sueldo. Siete jugadores aceptaron la propuesta de su míster.

La siguiente temporada al rodaje, tras unas vacaciones húngaras entre actores y con grandes dosis de alcohol, el Ipswich Town firmó la mejor campaña de su historia -subcampeón de Liga y vencedor de la Copa de la UEFA-.
Estatua de Bobby Robson en Portman Road (Ipswich)
Legado de la película
El film, a pesar de ser considerado como una obra menor dentro de los trabajos de John Huston, fue posiblemente uno de los rodajes más divertidos realizados por el cineasta. Su relación con los futbolistas fue buena, un clima generalizado -exceptuando al especial carácter de Sylvester Stallone- que sirvió para perpetuar grandes amistades como la citada entre Caine y Moore o entre Summerbee y el propio actor.

La película tuvo un relativo éxito en Inglaterra, con pase especial en Ipswich, o en España, exhibida en el festival de San Sebastián -justo en la temporada en la que la Real Sociedad se hacía con el campeonato liguero-. Con el paso del tiempo, 'Evasión o Victoria' ha ganado adeptos, en especial entre el público futbolero que recuerdan el golazo de chilena de Pelé aunque algunos olviden el resultado final del partido y que pocos sepan que el todo comenzó en una panadería de Kiev.

10 comentarios:

  1. esta historia la habia leido en algun lugar, sin duda la pelicula es un peliculon, pero la realidad supera sin duda la ficcion

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  2. Eso de que Stalin había orquestado una hambruna es una falacia de la que deberias informarte mejor antes de escrirla .

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    1. También lo considera así el Parlamento de Ucrania desde 2006. Pero vamos, todo es discutible en esta vida. No sé cuáles son tus fuentes.

      Un saludo y gracias por la visita.

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  3. Muy fan de tu blog y de como has resumido esta historia. Confieso no haber visto la peli pero desde luego ahora me la apunto en el "debe"

    Saludos
    natalia

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    1. Gracias Natalia, se agradece el apoyo.

      Aprovecho para decirte que tu blog sobre 'tocados' ha sido recomendado por mi en varias ocasiones. Da las gracias a Iñigo Belderrain, nuestro artista pintor de las 'CK'. xD

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  4. Y estando el futbol tal y como esta, de aburrido quiero decir, dividido entre la opcion A o la opcion B, se impone hablar de C, de cine...

    Y ahora me entran unas ganas terribles, no solo de ver Evasion o Victoria y todo John Huston de arriba abajo, si no tambien, Stalag 17 de Billy Wilder centrada en el ajedrez, por cambiar de deporte.

    Recuerdos

    Calor mucho calor...

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    1. ¿Ya tienes calor?

      Si hablas de lo aburrido que está el fútbol, imagínate el cine. El cine de acción de los 80 y 90 da mil vueltas al actual. Lo que antes eran películas menores hoy serían taquillazos.

      Me cuesta destacar diez extraordinarias películas que haya visto en la última década. Entre ellas estarían el Batman de Nolan, exceptuando la tercera parte, Gran Torino, Babel, Crash, 300 o la Pequeña Miss Sunshine. Pero todas ya tienen casi 5 años (o más) de antigüedad.

      Un abrazo.

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