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martes, 2 de julio de 2024

Birdy y James Vincent McMorrow, voces prodigiosas en el Botánico

 Hay artistas a los que ciertos escenarios les encaja como anillo al dedo. El festival 'Noches del botánico' tiene algo de bucólico, con mucho encanto. Durante los meses de junio y julio la Ciudad Universitaria de la Complutense pierde su aparente tranquilidad nocturna para dejar paso a la música, con infinidad de artistas y estilos.

Juntar en una misma noche a dos cantantes tan similares, y a la vez tan distintos, como James Vincent McMorrow y Birdy sonaba muy bien. Dos extraordinarias voces, intimistas, privilegiadas, que brotan como sendos susurros en la noche, a quienes llegó la fama en España de una manera casual. Al primero, al irlandés, por poner la música para la promoción de la Lotería de Navidad en 2014, y a ella, aunque ya era conocida para un sector especializado, fue mayor su impacto también a raíz de su aparición en varios anuncios de TV.

James Vincent McMorrow y Birdy en las Noches del Botánico de la Complutense, 1 de julio de 2024

Si algo une también a James Vicent McMorrow con Birdy, además del idioma, es esa sencillez y timidez pese a las tablas que poseen. James era bañado por el sol cuando cantaba sus primeros temas. Ataviado con una gorra azul y luciendo la poblada barba daba la apariencia de un conductor de la Ruta 66 o de un apasionado del 'grunge'. Y es que la pasión es uno de sus fuertes. 

Vicent puso ganas y su torrente de voz para domar la selva del Botánico. Él solo bastaba, pese a contar con otros tres compañeros de fatiga a su alrededor, para centrar la atención de todos. Le dio tiempo a repasar su discografía, además de dejar gran versión del Wicked Game, e incluso mostrar su lado más dicharachero. Fue tan brillante su actuación que no necesitó ni focos para mostrarse.

James Vincent McMorrow

Birdy llegó a la música de manera precoz. Su acertada versión del Skinny Love de Bon Iver, hizo que su largo nombre casi imposible de recordar, que podría servir de clave wi-fi, Jasmine Lucilla Elizabeth Jennifer van den Bogaerde, y menor apodo y fácil de recordar, Birdy, fuera etiquetado como el de una futura gran promesa para el pop británico. Una lista interminable de la se suele tachar más nombres de los que se deja, entre ellos el de esta hija de pianista y de escritor. Una mezcla que explica mucho.

Birdy irradia ternura. Su hilillo de voz al hablar, que no al cantar, conjunta con unos ojos vivos y una leve sonrisa como tarjeta de presentación. Llegó a Madrid con ese aire de época victoriana que transforma a esta mujer en una bailarina de una pintura de Degas mecida por el viento, con la diferencia que este cuadro tiene banda sonora propia. 

Hablando de BSO, la británica eligió como primer tema Not About Angels de la película 'Bajo la misma estrella' (The Fault In Our Stars). Salió al escenario descalza, porque sabía que para dejar huella solo tenía que usar el micrófono y conjuntar las teclas.

Apenas ha llegado a la treintena y ya lleva más tiempo en la industria de la música que fuera de ella. Una vida plena de éxitos para esta cantautora que a veces es más conocida, curiosamente, por sus acertadas 'covers', como el People Held The People, cuya versión original es de la banda Cherry Ghost.

Su voz es una como una brisa veraniega, suave y aterciopelada, tan apropiada para dar la bienvenida a julio entre ese vergel en mitad del conocimiento que es el Real Jardín Botánico Alfonso XIII de la Universidad Complutense de Madrid. Por ello su actuación, en mitad casi del bosque, tenía algo especial y distinto. Además, la complicidad del público, con un respetuoso y sepulcral silencio durante su actuación, contribuían a esta magia.

'Portraits' era el disco más usado de la noche. También el más actual. I Wish I Was A Shooting Star sucedía a Ruins II y Paradise Calling. Por ahí se colaban Young Heart y Young Blood. El repertorio seguía sumando muescas a su revolver. Listas para ser disparadas.

Si para el resto de canciones había ciertas dudas, para el tramo final había pocas sospechas y muchas certezas. El último tramo se componía de Skinny Love y Winter, además de la extraordinaria Wings, que volaba por el Botánico como una luciérnaga en la noche, brillando como solo lo saben hacer las grandes estrellas. 

Cuando parecía que todo había terminado, sin sorpresas y de una forma abrupta, es cuando Birdy devolvió con dulzura el cariño y respeto del público en forma de un tema extra, con un muy elocuente título, porque I'll Never Forget You define el sentimiento de esta jornada de lunes dedicada a las voces prodigiosas, las cuales brillaron y serán difíciles de olvidar. 

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