El doble enfrentamiento de los octavos de final de la Champions League en su edición 2021-22 fue la primera ocasión en la que el Real Madrid y el Atalanta de Bérgamo, ciudad situada al norte de Italia y cerca de Milán, cruzaban sus caminos en partido oficial. Los blancos se impusieron en ambas citas (3-1 en España y 0-1 en Italia) para luego caer ante el Chelsea, quien a la postre fue el campeón.
El destino ha querido que sendos conjuntos hayan cruzado sus caminos en 2024, en esta ocasión con un título en juego, la Supercopa de Europa, dado que el Real Madrid volvió a levantar la 'orejona', su decimoquinto entorchado, y la escuadra bergamasca se ha estrenado en el Viejo Continente con la Europa League. Dos campeones frente a frente. Dos equipos que tienen lazos en común merced a la mitología, escultura y pintura.
La Cibeles, diosa mitológica
La Fuente de Cibeles es una obra del arquitecto Ventura Rodríguez del siglo XVIII que muestra a Cibeles, diosa de la tierra en la mitología frigia y 'gran madre' en la mitología romana, diseñada por el abulense Francisco Rodríguez de Arribas, quien está subida en un carro que es tirado por dos leones, proyectados por el escultor francés Roberto Michel.
Cibeles está situada en Madrid en la plaza con su mismo nombre, enfrente del actual Ayuntamiento, en la intersección de la calle Alcalá con la arteria que recorre la capital de norte a sur y de sur a norte, y que a esta altura cambia el nombre de Paseo de Recoletos por el del Paseo del Prado. La misma vía que luego se llama Paseo de la Castellana desde Colón hasta llegar al Hospital de la Paz. En esta ruta hacia norte pasa por delante del Estadio Santiago Bernabéu. La casa del Real Madrid y con el que guarda una estrecha relación.
La Cibeles y Emilio Butragueño
Un partido de la selección española fue el detonante de visitar la Fuente de Cibeles por parte del público futbolero. Concretamente los octavos de final del Mundial de México 1986 donde España se medía a la potente Dinamarca, cuyos mejores jugadores -Michael Laudrup (Juventus) o Elkjaer (Hellas)- jugaban en Italia, sin duda la mejor liga doméstica en aquellos instantes.
España jugaba en Querétaro (México) el 18 de junio de 1986 casi de local, con las gradas animando a los españoles, y encajaba el primer gol para reaccionar después con una gran remontada firmada por Emilio Butragueño, canterano y estrella del Real Madrid durante décadas, quien se reivindicó con cuatro tantos.
Aquel brillante triunfo de España por 5-1 en la Copa del Mundo ante uno de los equipos más importantes del torneo, hizo que muchos aficionados se reunieran de manera espontánea alrededor de la Fuente de Cibeles, dado que la zona de Paseo del Prado y Recoletos estaba, y sigue, de moda en aquellos años, con sus restaurantes y bares de copas repletos de público que veían este encuentro.
Aquella selección española de 1986 contaba en la convocatoria con siete jugadores del Real Madrid -Camacho, Maceda, Gordillo, Butragueño, Gallego, Chendo y Míchel-, siendo estos cuatro últimos criados en el Castilla, filial del equipo blanco. Por este motivo, la celebración en Cibeles se terminó trasladando al madridismo y los triunfos de España se celebran en ocasiones todavía en Cibeles, como la Eurocopa de 2024.
Además, Butragueño encabezaba el grupo de canteranos del Real Madrid acuñados por el periodista Julio César Iglesias como la 'Quinta del Buitre', un quinteto formado por Míchel, Martín Vázquez, Manolo Sanchís, Miguel Pardeza, quien desarrolló la mayor parte de su carrera en el Real Zaragoza, y el propio Emilio Butragueño.
Pese a la euforia con la selección en aquel 1986, esta caería en cuartos de final en la tanda de penaltis ante Bélgica y el título se lo llevaría la Argentina de Diego Armando Maradona, estrella del Napoli y del fútbol mundial.
El cuadro Atalanta e Hipómenes
No muy lejos de Cibeles se encuentra el Museo del Prado, la gran pinacoteca. En la galería central del museo sobresale un monumental cuadro realizado por el pintor italiano Guido Reni en el siglo XVII, y que casi pasa inadvertido a causa de tanta obra y belleza alrededor de otros grandes artistas italianos, como Tiziano o Veronés. Una metáfora perfecta de la temporada del Atalanta de Bérgamo, campeón por primera vez de la Europa League y cuarto clasificado en la Serie A 2023-24, en un curso donde Inter o Fiorentina también han tenido protagonismo.
Dicho cuadro es 'Atalanta e Hipómenes'. Un óleo sobre lienzo que decora el Prado y el Museo di Capodimonte de Nápoles. Dos ejemplares sobre el mismo mito. Un mito que se trasladó al fútbol en Italia en forma de sociedad de 'calcio'.
El mito de Atalanta
La Atalanta Bergamasca Calcio es el equipo de fútbol de Bérgamo, situada al norte de Italia dentro de la región de Lombardía, que fue fundado en 1907 y que tomó el nombre de la heroína griega Atalanta.
¿Quién era Atalanta? El mito de Atalanta según la mitología era el de una joven consagrada en celibato a Artemisa que fue abandonada por su padre, amamantada por una osa, otro vínculo indirecto con la ciudad de Madrid, y acabó convirtiéndose en una cazadora muy bella, fuerte y muy veloz. Tan segura estaba de sí misma, que llegó a afirmar que tomaría como esposo a aquella persona que lograra superarla en una carrera. El que no lo lograba, la muerte le esperaba.
Hipómenes se enamoró de Atalanta y aceptó el reto, pero usó una artimaña para vencer en dicha prueba. El engaño consistió en lanzar por el camino tres manzanas de oro que previamente le había proporcionado la diosa Afrodita -diosa del amor-, detalle que aparece en el cuadro de Guido Reni, y que mostraba la ayuda divina. Hipómenes logró su objetivo y contrajo matrimonio con Atalanta.
La Atalanta de Bérgamo muestra en su escudo el rostro de una mujer y su pelo movido por el viento a causa de la velocidad de la heroína, muy similar a la imagen mostrada en el cuadro de Reni.
La ciudad de Madrid, Cibeles y Atalanta
La historia de amor entre Atalanta e Hipómenes, surgida del engaño y de la ayuda divina, sumó un nuevo episodio cuando ambos llegaron a un templo para dar rienda a su pasión. Aquella ofensa hizo que fueran castigados y convertidos en sendos leones. Un castigo en forma de condena dictado por la diosa Cibeles, a quien estaba dedicada dicho recinto sagrado.
Estos leones se pueden apreciar en Madrid en varios sitios importantes: flanqueando la entrada del Congreso de los Diputados, aunque estas piezas de bronce son popularmente conocidas como Daoiz y Velarde -héroes madrileños del Madrid de 1808 en el levantamiento contra los franceses-, como a los pies de la estatua de la Diosa Cibeles, la misma fuente donde lleva celebrando el Real Madrid los títulos ante una Atalanta convertida en leona, incapaz de mirar a su antes amado, y ahora también león, Hipómenes.