jueves, 31 de julio de 2014

La medicina ofrecida por Placebo cumple con su cometido

El placebo es una sustancia inocua capaz de experimentar efectos positivos sobre cualquier persona, a pesar de no contar con ninguna propiedad particular. Este es el título que eligieron dos viejos compañeros de escuela, Brian Molko y el escandinavo Stefan Olsdal, tras reencontrarse en Londres y decidir fraguar un proyecto musical clave en la escena musical británica de principios de los 90.

Contrario a su definición, Placebo como banda siempre tuvo características propias, un toque personal que abarca desde la voz nasal, con el timbre personal y rasgado de Molko, pasando a la poética guitarra de Olsdal, capaz de entonar embaucadoras ráfagas de notas musicales que siguen el compás de una potente batería, ahora en manos de Steve Forrest.

entrada de Placebo, Madrid

Placebo se ha sabido manejar con soltura entre las emociones y la sensualidad, dos terrenos donde dejan huella con elegancia. La apuesta natural de unos artistas que juegan habitualmente con la ambigüedad sexual y los excesos como reclamo ante su variopinto público.

Encasillados como una banda de rock alternativo y habitualmente dentro del britpop –aunque Molko naciera en Bélgica y Olsdal en Suecia-, con frecuencia se han mantenido aparte de la etiqueta, ya que su música no acaba de encajar con las tendencias marcadas por los abanderados tanto de la primera ola formada por Oasis, Blur o Pulp como en la siguiente hornada capitaneada por Keane y Coldplay.

Si bien es cierto que conservan lazos en común con otros representantes del movimiento, con Radiohead en la experimentación electrónica o Suede en la temática del desamor y la desolación, además de tener un líder de idéntica apariencia frágil y andrógina, como Brett Anderson.

Placebo presenta todos estos adjetivos a cuentagotas, mezclándolos en una coctelera, ofreciendo a veces el lado más íntimo en sus partituras y letras para en otras atacar con un estilo demoledoramente agresivo, casi autodidacta, a través de unas guitarras que abrazan el punk mientras Molko se debate en la oscuridad a luchar contra sus miedos y obsesiones, traducidas en metafóricas estrofas.


Concierto de L.A. y Placebo: Madrid, Palacio de los Deportes -30 de julio de 2014-

El recinto elegido para esta gira de Placebo a su paso por Madrid fue una versión reducida del Palacio de los Deportes, con un telón negro separando el graderío de la pista, estrechando las distancias y acrecentando el calor reinante en el pabellón.

El papel de teloneros recayó sobre los mallorquines L.A., quienes exhibieron sus cualidades en un mini-concierto rotundo con grandísimas sensaciones, invitando no sólo a degustar de su cuidadísimo indie-pop sino de apuntar su nombre para sucesivas giras, trasladando la magia de una noche veraniega en el mediterráneo al corazón de la capital.

Con extraordinaria puntualidad, y protegidos por un discreto juego de luces y monitores, saltaron Placebo, convertidos eventualmente en sexteto para este tour denominado como el 'Loud Like Love', séptimo disco de la formación.

Placebo en Madrid, Palacio de los Deportes

El set elegido se compuso de 20 temas que a pesar del vigésimo aniversario de la banda no supusieron un esperado repaso a la excelente discografía de Placebo, más bien la presentación en sociedad del último trabajo, sonando siete cortes durante la noche, y llevando hacia el ostracismo al anterior redondo: 'Battle For The Sun'.

Obviamente, hubo espacio para que los grandes himnos de la banda se hicieran hueco en el repertorio, motivando los mejores momentos de la velada. En especial cuando se sucedieron Meds, Song To Say Goodbye, Special K y The Bitter End, cuatro clásicos ofrecidos con acierto, bajo una dosis algo más pequeña de lo imaginado.

Porque gustara o no el listado de canciones que aparecieron, la energía y profesionalidad de Placebo es indudable, sacando el mejor sonido posible a través de los bafles, dejándose de artificios y poses, dando prioridad a la música sobre los grandilocuentes discursos -aunque se echara de menos algún comentario extra de Olsdal, cuya casa en Chueca delata su cariño por Madrid y su vida nocturna-.

Placebo en Madrid

Ofrecieron un show enérgico que podría haber rozado el sobresaliente si hubieran tenido la valentía de cambiar en Madrid el guión establecido en esta gira de tocar casi por completo el 'Loud Like Love', compensando así la ausencia de Placebo en la capital española en los últimos años, rescatando lo mejor de su lucido equipaje en estas dos décadas de continuos viajes.

Entre las 'píldoras' que no aparecieron: 20 Years, This Picture, Days Before You Came, Taste In Men, Black-Eyed, My Sweet Prince, You Don't Care About Us, Pure Morning o Without You I'm Nothing... demasiadas ausencias para una noche que prometía y aún así acabó cumpliendo.

4 comentarios:

  1. No soy gran fan de la banda, me gusta algunas de sus canciones pero los tengo en mi lista de bandas que ver en vivo antes de morir.
    Saludos, nos leemos,

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    Respuestas
    1. EL problema es el que he mencionado. No esperes un concierto con todas las canciones famosas, sino ocn las del último disco y con alguna paranoia de Molko.

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