viernes, 26 de octubre de 2012

Muse, las diosas inspiran la música de Matt Bellamy

Según la mitología griega, las musas eran las nueve divinidades inspiradoras de la cultura y el arte. Una idea que sirve de base, en la década de los 90. a tres amigos de la infancia para crear uno de los grupos que mayor crecimiento, influencia y popularidad están adquiriendo en Gran Bretaña en los últimos años, ese proyecto tomaba por nombre Muse (“musa”).

Muse logo

Matthew Bellamy (voz , guitarra y piano), Dominic Howard (batería) y Christopher Wolstenholme (bajo) son los responsables de esta formación de rock alternativo, surgido al sudoeste de Inglaterra, que con el paso de los años, y la llegada de la madurez compositiva, está derivando a un estilo más progresivo y cada vez más recargado.

'Showbiz'
El primer L.P. del grupo tardó en aparecer en las estanterías, la formación no recibía el apoyo necesario para despegar y los años pasaban sin el esperado debut oficial.
Por fin, en 1999 Muse entraba en el 'mundo del espectáculo' del rock mostrando su lado más crudo y duro con un disco sin demasiados arreglos. En él sobresalían Uno, Cave, Unintended, Muscle Museum y la portentosa Showbiz, con uno de los cambios de ritmos más sobresaliente de los años 90 que daba nombre a este espectacular arranque de inspiración que caminaba por una línea imaginaria entre Placebo y Radiohead.

Origin Of Symmetry
Muse Origin Of Symmetry
El siguiente paso demostraba madurez y muchas ideas que surgían de manera espontánea. 'Origin Of Symmetry' (2001) era el principio de un sonido personal que se iba gestando con unos cautivadores teclados como base principal (Bliss, New Born), con el apoyo del bajo y por la guitarra que tenía tiempo para aparecer dejando su magia en unos soberbios y pesados riffs: (Plug In Baby, Citizen Erased).

Matthew Bellamy dejaba la acertadísima versión del Feeling Good y Megalomania para el final de un trabajo redondo, un tema adecuado, por el significado de la palabra, como preludio del alarde de grandiosidad, pomposidad y los excesos que vendrían más tarde. Muse habían tocado el cielo con este disco inspirado por la genialidad.


Como descanso, se ofrecía en 2002 el único directo oficial por la formación. 'Hullabaloo Soundtrack' estaba compuesta por dos discos: uno perteneciente a su concierto grabado en París y otro CD aderezado con una dosis de caras B que muchos grupos los hubieran tildado de éxitos dentro de sus discografía. In Your World y Dead Star sirven como ejemplo de cortes que no entraron en álbumes con categoría de temazos.

'Absolution'
En 2003 llegaba el tercer soplo de frescura del trío británico, Absolution. Los arreglos aumentaban a la par que la capacidad de Bellamy para cambiar y modular su voz. Muse se estaba convirtiendo en una preciosa diosa a la que adorar gracias a temas rompedores, con influencias tanto de la música clásica como del virtuosismo de Queen, que se aprecian en la incomparable 'Butterflies And Hurricanes', a quien le acompañan la tierna 'Falling Away With You' junto a 'Stockholm Syndrome', 'Ruled By Secrecy', 'Hysteria', 'Sing for Absolution' y el single que los catapultó, merced a una de las mejores introducciones con un bajo de la reciente historia del rock: 'Time Is Running Out'.
'Black Holes and Revelations' (2006) se mostraba como una continuación, con más sintetizadores y sámplers que nunca, menos alegre y más mustio, con ausencia de aquella genialidad del pasado que parecía irse perdiendo en una galaxia. Brillan en este álbum: Starlight, Map of the Problematique y Knights Of Cydonia que es otra de las abanderadas de este disco, un corte novedoso y brillante generado con toques de western, rock setentero y reconocible por su contagiosa melodía.

'The Resistance' (2009) era un ejercicio glamouroso, sensible y rítmico de un rock que bajaba su agresividad para acercarse al pop por el camino de la experimentación del techno. Muse alcanzaba cotas de grandiosidad, algo recargadas, pero tremendamente irresistibles. Los principales éxitos eran: Resistance, con un Bellamy pletórico al piano y a la voz, flanqueadas por sencillos como: Undisclosed Desires, MK Ultra y Uprising. La industria musical alababa otro nuevo trabajo de este combo británico que volvían a elevar el disco como uno de los más vendidos en el mundo.

La gira del nuevo disco
El grupo llegaba de nuevo a Madrid dispuesto a presentar su último disco, 'The 2nd Law' (2012) que parece mirar al futuro con un ojo echado al pasado, sonidos discotequeros mezclados con nuevas tendencias. Un ingenio refugiado en recursos sacados de un laboratorio de sonidos, un adorno excesivamente recargado que empalaga, donde se echa de menos el poder de esta formación para influenciar y no sólo para mostrar canciones llenas de influencias.


Pero si algo tiene Muse es su capacidad de seducir en directo, como una mujer segura que entra con paso firme en un local resaltando sus virtudes, sabiendo que es observada, envidiada y deseada, porque la puesta en escena de Muse es otro de sus alicientes, un directo al alcance de muy pocos que sigue siendo su gran tarjeta de presentación para enamorar a cualquiera. Y Madrid no es una excepción, es una plaza segura para Bellamy y sus chicos.

Aspecto del abarrotado Palacio de los Deportes, antes de la salida de Muse al escenario.
El repertorio de temas del concierto del 20 de octubre en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid estuvo liderado, principalmente, por sus dos últimos álbumes que protagonizaron buena parte del listado de 24 temas interpretados, con dos bises, donde no faltaron sus nuevos éxitos como: la erótica y sensual Madness, Panic Station (con ramalazos de INXS), Liquid State (que es como meter a Queens Of The Stone Age y Foo Fighters en una batidora) y la olímpica Survival, una selección de un disco digno pero al que falta fuerza y consistencia. 

Muse en Madrid

La hermosa Kate Hudson, esposa de Matt Bellamy, pronunció esta frase en la película 'Casi Famosos': "eres demasiado dulce para el rock", una sentencia que debería aplicar Muse para próximos tours porque sigue siendo una delicia observar el espectáculo con el que atrapan al espectador o la intensidad con la que ejecutan cada tema, pero el resultado final de este disco es que parece que falta brío y vitalidad para transformarlo en energía, paradójicamente ese es el argumento de la segunda ley de la termodinámica, un principio en el que se basa la temática del nuevo álbum y que esperemos que tenga una brillante continuación, porque estos ingleses están inspirados por las musas y por los mismos dioses del Olimpo.

sábado, 20 de octubre de 2012

Aniversario: dos años de blog y uno de duelo

Hasta ahora sólo recordaba el 20 de octubre por ser la fecha de cumpleaños de una vieja amiga. Recientemente, asocio este día también a dos sentimientos contrarios: por un lado la alegría de ver que aquel blog que inicié en esta fecha, siguiendo el consejo de mi gran gurú Óscar López, siga adelante y creciendo. He pasado de 23.000 visitas del año anterior a las más de 100.000 actuales merced a un público fiel que va aumentando. Gracias por acompañarme viendo estas viejas cintas VHS en las que mezclo deporte, música y cine de una manera desordenada y anárquica.

Parte de mi vieja colección de películas y conciertos en formato VHS,
Todo ello choca frontalmente con la tristeza que supone el primer aniversario del fallecimiento de uno de mis mejores amigos. Todavía no me he acostumbrado a tu ausencia, a veces me parece verte y oírte en muchos lugares: al doblar una esquina, en un local o conduciendo. Y en mis sueños sueles asomarte, en ocasiones, para terminar riéndonos y no parando de hablar, la verdad es que no había quien nos callara. El problema es que al despertarme sé que no andas cerca y eso me duele.

Como dijo Hannibal a Clarice Starling, en la genial película del 'Silencio de los corderos': "El mundo es más interesante contigo dentro", lo suscribo plenamente y añado: "también era más divertido". Ahora me cuesta sonreír desde que no te veo.

José Luis Castells

Te echo de menos. No hace falta que te lo diga, te lo imaginarás.
José Luis Castells, d.e.p.

martes, 16 de octubre de 2012

La liga de 22: el descenso de Celta y Sevilla en 1995

El curso 1994-95 de la Primera división española, que alcanzaba su 64ª edición, proclamaba al Real Madrid como vencedor, siendo el vigésimosexto título para el cuadro merengue, rompiendo con la sequía liguera que había durado un lustro.

El título blanco daba acceso a los madridistas a participar en la Copa de Europa, eran los tiempos donde sólo accedían los campeones de cada país, el resto de instituciones que iban a defender su escudo por el continente eran el Deportivo y el Real Zaragoza, clasificados para la extinta Recopa, uno por su puesto en la tabla y el otro defendiendo título, junto a un grupo formado por Betis, Barcelona y Sevilla en la siempre transitada y peleada Copa de la UEFA. El Celta, por su parte, se había mantenido en una cómoda decimotercera posición, en la zona templada de la tabla.


Pocas personas eran capaces de prever que el deporte rey, el fútbol, se disponía a vivir de uno de los veranos más calientes con uno de los capítulos más extravagantes de la historia de nuestra Liga.

El verano de 1995
Los clubes de fútbol de España habían iniciado su transformación en sociedades anónimas deportivas (S.A.D.), a excepción de cuatro instituciones con singularidades presupuestarias: Athletic Club , Barcelona, Real Madrid y Osasuna. La crisis económica y los altos salarios estaban afectando a la capacidad económica del deporte y a la salud del fútbol. Las S.A.D. se veía como una de las posibles soluciones para gestionar con más viabilidad a las entidades.


El 1 agosto de 1995, los pilares del fútbol español se tambalearon cuando la Liga de Fútbol Profesional (LFP) anunciaba en un comunicado el descenso administrativo a la Segunda B, tercera categoría nacional y ajena a la LFP, de Celta y Sevilla. Sus plazas iban a ser ocupadas por dos equipos que habían bajado esa temporada: el Albacete y el Real Valladolid.

Los descendidos en el terreno de juego: Albacete y Real Valldolid
Los manchegos habían perdido la categoría, tras cuatro años consecutivos en Primera, en la promoción ante el Salamanca, de infausto recuerdo para José Francisco Molina, por aquel entonces portero del Albacete. El llamado ‘Queso Mecánico’ desperdició el 0-2 conseguido en el Helmántico para recibir un histórico 0-5 en su estadio, en el Carlos Belmonte, tras una inesperada prórroga en la que Urzaiz se convirtió en protagonista, de un valiente equipo charro dirigido por Lillo, empatando la eliminatoria y adelantando a los salmantinos en el tiempo extra.

escudo de la Unión, UD Salamanca

Por su parte, el Real Valladolid había realizado una nefasta campaña con sólo 8 victorias en 38 jornadas que los llevó a ocupar la decimonovena plaza, sólo por delante del histórico y desaparecido C.D. Logroñés. La penúltima posición condenaba a los pucelanos a disputar también la Segunda división.

Los descendidos en los despachos: Celta y Sevilla
El motivo del descenso de vigueses e hispalenses se debía a ciertos retrasos a la hora de presentar una cantidad de dinero, que hacía las veces de aval y que representaba el 5% del presupuesto de cada institución, sirviendo como una futura provisión de deudas, como exigía la Ley del Deporte.

Tales transferencias ascendían a 45 millones de pesetas por parte del Celta y 85 en el caso del Sevilla. El defecto de forma, que argumentaba la LFP, correspondía al retraso del pago dentro del plazo previsto, lo que motivó que ambos equipos recibieran a una sanción ejemplar con la pérdida de la categoría.

La consecuencia fue que los aficionados de ambas instituciones dejaron las gradas para salir espontáneamente a las calles, manifestándose por lo que consideraban una resolución injusta. Un descenso que había unido a dos hinchadas cuyos caminos se habían cruzado levemente en algún momento de la historia de la competición y que ahora tenían un destino común: recuperar su sitio en la Liga profesional.

Es en esta época fue cuando se popularizó uno de los cánticos del sevillismo: “Hasta la muerte, Sevilla hasta la muerte”. El caso de los rojiblancos era aún más complejo dado que se había ganado su puesto para disputar la siguiente Copa de la UEFA.

Los cuatro afectados buscaban soluciones
El trabajo se acumuló en aquel agosto a la LFP, debido a aquella precipitada decisión, dado que tanto el Albacete como el Real Valladolid no iban a renunciar a su reestrenada condición como conjuntos de Primera.

bufanda del Real Valladolid

Por otro lado, tanto el Celta como el Sevilla argumentaban que otros clubes habían disfrutado de un trato de favor en el pago, citando sin citar al Real Madrid, mientras que a ellos no se los había respetado el plazo para la subsanación, tiempo para haber corregido el "error". En el caso hispalense, además, el por entonces vicepresidente, José María del Nido, afirmaba haber realizado la transferencia del aval.

La decisión de la LFP
La solución final elegida fue salomónica, excepcional y caótica para el balompié nacional. El 16 de agosto de 1995, tras dos complicadas semanas llenas de tensas negociaciones, 38 clubes de la LFP aceptaban readmitir al Sevilla y Celta en la Liga profesional dentro de una asamblea extraordinaria retransmitida que había traspasado el umbral de las noticias deportivas.

Liga de Futbol Profesional, LFP

El nuevo sistema de competición dejaba la máxima categoría con 22 equipos durante dos temporadas (1995-96 y 1996-97) que fue paulatinamente desembocando en un trasvase de equipos hacia la Segunda.

El primer año, temporada 1995-96, descendieron dos equipos directamente y otros tantos accedieron a un 'playoff' para promocionar, un curso marcado por las rayas rojiblancas del Atlético de Madrid, triunfador con su doblete en Liga y Copa, y recordado por numerosas novedades:
  • Se instauraba la puntuación de 3 puntos por victoria, en lugar de los 2 otorgados anteriormente.
  • Los jugadores mantenían su dorsal para toda la temporada y aparecía su nombre serigrafiado en la parte trasera de la camiseta.
  • Se podía realizar un tercer cambio desde el banquillo.

El curso 1996-97 empezaba con otra llamativa normativa que cambiaría la manera de entender el mercado: la ley Bosman que consideraba a cualquier jugador de la Unión Europea como propio del país, sin ocupar plaza de extranjero.

En esta temporada se realizó la criba definitiva, con 4 plazas directas para perder la categoría y otro quinto equipo que se jugaba la permanencia a doble eliminatoria. Paradójicamente, tanto Sevilla como Albacete acabaron en la categoría de plata después de estas dos extrañas y complicadas campañas para nuestra Liga.

Para la 97-98, se recuperó el habitual formato de la máxima categoría española con 20 miembros. En cambio, la Segunda división, a partir de este momento, estaría formada por 22 clubes. Un legado que todavía se conserva y que se debe a aquel convulso verano de 1995 y al descenso administrativo de Celta y Sevilla.

martes, 9 de octubre de 2012

Historia de los Mundiales: Corea del Sur - Japón 2002

Máximo goleador: Ronaldo (Brasil), 8 goles
Sedes: (Corea) Seúl, Suwon, Daejeon, Taegu, Munsu, Jeonju, Busan, Jeju y Kwangju.
           (Japón) Sapporo, Nigata, Miyagi, Ibaraki, Saitama, Yokohama, Kobe, Osaka, Oita y Shizuoka.

Número de goles (Media por partidos): 161 goles (2’5 por partido)
Número de partidos: 64
Número de espectadores (Media por partidos): 2.705.197 (42.268)

Participantes: 32
(África, 5) Camerún, Nigeria, Senegal, Sudáfrica y Túnez.
(América, 8) EE.UU, Costa Rica y México. (Sur) Argentina, Brasil, Ecuador, Paraguay y Uruguay.
(Asia, 4) Arabia Saudí, Corea del Sur, Japón y China.
(Europa, 15) Alemania Bélgica, Croacia, Dinamarca, Eslovenia, España, Francia, Inglaterra, Italia, Polonia, Portugal, Rep. Irlanda, Rusia, Suecia y Turquía.

Final: 30-Junio-2002, Yokohama (Japón). Brasil 2-0 Alemania (0-0 al descanso).
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La FIFA terminó por adoptar la fórmula de compartir la organización de un campeonato, sistema que la UEFA había estrenado en la Euro 2000, disputada en Bélgica y Holanda, y que posteriormente ha repetido en sucesivas ediciones de los campeonatos europeos: tanto en el 2008 (Austria y Suiza) como en el 2012 (Polonia y Ucrania).

En este caso, los elegidos como anfitriones eran dos países asiáticos cuyas relaciones diplomáticas siempre han estado caracterizadas por una enorme tensión política que poría hacer peligrar la celebración del campeonato. El máximo organismo del fútbol apostó fuerte por esta edición exótica que colocaba a la Copa del Mundo, por vez primera, fuera del continente americano y europeo.

mapa de Asia, Corea y Japón

En total, 29 países adquirieron el pasaporte para este Mundial junto a las tres federaciones que tenían garantizada su presencia: Japón y Corea del Sur como anfitriones y Francia en condición de campeón del mundo, con el deber de defender su corona, una circunstancia que sería la última vez que se produciría ya que a partir de 2006 los vencedores también entraban en los bombos de las rondas de clasificación.

Es decir, estaban presentes: 15 selecciones de la UEFA (Europa), 5 de la CONMEBOL (América del Sur), otros 5 de la CAF (África), 4 por la AFC (Asia) y 3 por la CONCACAF (Norteamérica, Centroamérica y Caribe). La confederación de Oceanía era la única no representada.

La mayor goleada del fútbol de selecciones
Australia logró la mayor goleada de la historia del fútbol profesional, 31-0 ante Samoa Americana, aunque sería apeada en el play-off de repesca contra Uruguay, en una eliminatoria a doble partido que enfrentaba al quinto mejor colocado por el lado de la confederación sudamericana de fútbol, CONMEBOL, ante el vencedor de la liguilla de Oceanía (OFC) para dilucidar el último billete para la primera Copa del Mundo celebrada en Asia.

Hay que recordar que por aquel entonces Australia estaba encuadrada como representante de Oceanía. Ha sido recientemente cuando se ha adscrito dentro de la confederación asiática motivada por encuentros como éste, que impedían a los 'aussies' jugar a un nivel competitivo y depender de una repesca, denominada repechaje en hispanoamérica, para acceder a una fase final de un Mundial.

Australia 31-0 Samoa
Tantos goles llegaron a confundir a los operarios que llevaban el marcador.
Ausentes y debutantes para la cita asiática
La ausencia más notable de este Mundial fue la eliminación en la fase de clasificación de la Holanda de Clarence Seedorf, Ruud Van Nistelrooy, Dennis Bergkamp y Patrick Kluivert…Esta gran hornada de tulipanes eran superados por Portugal y la República de Irlanda dentro del grupo de clasificación europeo.

Tampoco consiguieron acceder a esta edición de la Copa: Yugoslavia, que era representado por aquel entonces por las repúblicas de Serbia y Montenegro, Colombia, República Checa o Rumanía, como principales decepciones.

Otros cuatro combinados debutaban en la cita mundialista, siendo el turno de Eslovenia, Senegal, Ecuador y China, que había aprovechado la oportunidad proporcionada por los dos cabezas de serie asiáticos, Corea del Sur y Japón tenían su puesto asegurado como anfitriones del torneo, para conseguir una histórica primera clasificación.

Mascota y balón
La mascota elegida fueron tres alienígenas -bautizados como Kaz, Ato y Nik- que tuvieron una pobre repercusión mediática. El balón fue el rápido Fevernova, fabricado por Adidas en colaboración con la empresa farmacéutica Bayer, que aportó el poliuretano.

balón Adidas Fevernova, 2002, Mundial, Copa del Mundo
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Primera fase: Las sorpresas no tardaron en aparecer y el grupo A fue el que anticipó los primeros damnificados. Uruguay y Francia caían eliminados ante Dinamarca, como líder, y Senegal secundándolos, de manera sorprendente.

Francia, por entonces campeón del mundo (1998), y de Europa (2000), decía adiós a las primeras de cambio, firmando la peor defensa del título en un torneo mundial, con un empate y dos derrotas y ningún gol a favor.

Los galos mantenían parte del bloque de 1998, con la entrada de Patrick Vieira, Thierry Henry y David Trezeguet en el once titular, incorporaciones que suponían una mejora sustancial para el ataque de los ‘bleus’ en comparación con la anterior victoriosa edición. Por otro lado, la ausencia de una pieza clave como Didier Deschamps era suplida por la irrupción de Vieira como sucesor natural.

El cansancio acumulado, la lesión de Zinedine Zidane y la bofetada que supuso la derrota ante Senegal, a base de velocidad y descaro, hicieron que Francia asistiera al resto de encuentros noqueada, esperando que un golpe milagroso los librara de una eliminación segura que se había fraguado desde la derrota en el partido inaugural ante los africanos, tanto de Papa Bouba Diop.

Uruguay acompañó a los ‘bleus’ en su regreso a casa. Una selección con buenos jugadores como Paolo Montero, Pablo García, Darío Silva, Sebastián Abreu y el siempre esperado, y que nunca apareció, Álvaro Recoba. Mientras, Diego Forlán aguantaba pacientemente en el banco, una tardía incorporación a la ‘celeste’ que daría sus posteriores frutos a los orientales, quienes habían vuelto a la cita mundialista desde su última participación en Italia’90.

Los charrúas dejaban, antes de marcharse, uno de los encuentros más vibrantes del torneo con el 3-3 ante los senegaleses que estuvo a punto de convertirse de una de las remontadas más históricas de la Copa del Mundo, frenadas por la falta de puntería y el primero de los muchos arbitrajes nefastos que sufrirían las selecciones con más peso internacional en este campeonato.


En el grupo B, España recuperaba las buenas sensaciones al hacer pleno de victorias en la primera ronda, ante Paraguay, Sudáfrica y Eslovenia. Los nuestros no vencían en su estreno mundialista desde Brasil’50. Precisamente, el mejor papel cosechado por el equipo nacional, lo que hizo alimentar el consabido triunfalismo, espoleado por el periodismo patrio, que nos ha acompañado en tantas Copas del Mundo.

Camacho con camisa sudada, sudandoEl seleccionador José Antonio Camacho, cuyas apariciones con la camisa empapada de sudor fueron una de las imágenes de este Mundial, había llevado a esta edición una convocatoria con hombres muy experimentados como: Hierro, Luis Enrique y Nadal, que equilibraban la precocidad de la generación dorada, comandada por Iker Casillas y Xavi Hernández, junto a jugadores jóvenes pero sobradamente experimentados: Fernando Morientes, Carles Puyol y Raúl González, a los que acompañaban futbolistas en un estado dulce de forma, los Gaizka Mendieta, Javier De Pedro, Juan Carlos Valerón, Rubén Baraja y David Albelda.


En el grupo C, brasileños y turcos se ponían de parte de la lógica como los conjuntos clasificados para octavos de final, aunque los otomanos se pudieron complicar la vida al ceder un empate ante Costa Rica, en el partido clave por la lucha para acceder a octavos de final. La débil y debutante China encajó 9 goles y tres derrotas en su toma de contacto con un Mundial.

Lo de Francia no fue el único accidente en el torneo, el rol de anfitrión hizo de Corea del Sur un enemigo inesperado que se alzó con el primer puesto del grupo D, gracias a los triunfos ante Polonia (2-0) y Portugal (1-0), curiosamente eran los primeros triunfos de los asiáticos tras cinco Mundiales disputados (a razón de 4 empates y 10 derrotas en 14 encuentros).

Los lusos, candidatos a ocupar una de las plazas para acceder a la siguiente fase, desperdiciaron su oportunidad con la derrota ante Estados Unidos (2-3) que condicionó el rumbo del equipo, ganando con solvencia en el siguiente choque, 4-0 ante Polonia, y perdiendo en el decisivo enfrentamiento ante los anfitriones, Corea del Sur. Un duelo donde se vio una Portugal nerviosa, en un partido trabado e incómodo en el que Joao Pinto fue expulsado antes de la primera media hora y Beto, por doble amonestación en el segundo acto, mermando las opciones de las ‘Quinas’ de clasificarse con un arbitraje de tono casero y que fue la tendencia marcada y creciente para el resto de esta Copa.

La ‘Seleçao’ contaba con futbolistas relevantes a nivel internacional como: Rui Costa y Luis Figo, dos estrellas flanqueadas por jugadores que daban empaque a todas las líneas: Vitor Baía, Xavier, Jorge Costa, Fernando Couto, Sérgio Conceição, Paulo Sosa, Pauleta, Joao Pinto, Hugo Viana, Capucho, Paulo Bento, Nuno Gomes o Petit.
La generación de oro del fútbol luso, que había conseguido el mundial sub-21 de manera consecutiva en 1989 y 1991, malograba su último cartucho para refrendar los éxitos con el equipo absoluto.

En el grupo E, Alemania cumplía el guión previsto dejando a la República de Irlanda y Camerún la pelea por la segunda plaza. Los irlandeses a base de empates y de la victoria ante la ‘cenicienta’, Arabia Saudita, ganaban el pase a octavos. Los saudíes sirvieron de sparring a los teutones en la sonrojante derrota por 8-0, un espejismo de la poco convincente actuación germana en este Mundial.

camiseta Puma Camerún sin mangasLos ‘leones indomables’ eran los vigentes campeones olímpicos, Sydney 2000, guiados por la estrella africana Samuel Eto'o, dentro de una plantilla en la que Wome, Lauren, Geremi, Mboma y el malogrado Foe escoltaban al indomable jugador criado en el filial del Real Madrid.

A la selección africana le prohibió la FIFA utilizar una novedosa indumentaria, sin mangas, propuesta por Puma, la cual utilizó a Camerún como trampolín para recuperar el prestigio perdido en el fútbol, un diseño que la International Board no aprobó por no cumplir con la equipación reglamentaria


Todos los Mundiales tienen que tener su ‘grupo de la muerte’. El de 2002 no fue una excepción y reunió a Suecia, Inglaterra, Argentina y Nigeria en el mismo cuadro, era el grupo F.

Las 'águilas verdes' sólo sumaron un empate ante Inglaterra, a pesar de contar con la experiencia de disputar su quinto mundial consecutivo y de contar con futbolistas contrastados en ligas europeas: Okocha (PSG), Lawal, West (Kaiserlautern), Babayaro (Chelsea) y Kanu (Arsenal) a los que no acompañaron dos de los futbolistas más destacados de esta histórica generación como Finidi y Oliseh, que causaron baja. Junto a ellos, se marchaba otro ilustre de la competición: Argentina.

camiseta Argentina en 2002La albiceleste llegaba con energías renovadas, un plantel envidiable con Sorín, Pochettino, Walter Samuel y Ayala para la defensa, carrileros como Zanetti por la derecha y Sorín desde la izquierda. En la medular había jugadores de un perfil de contención como Almeyda o Simeone y otros de un corte ofensivo, caso de Verón, Gallardo, Ortega y Aimar, la artillería era variada con: Kily González, Caniggia, Gustavo López, “Valdanito” Crespo Claudio “piojo” López y Batistuta, un arsenal para elegir entre puntas natos, segundos delanteros o interiores con mucha llegada.

Los bicampeones del mundo estaban dirigidos por Marcelo Bielsa y la primera victoria, ante Nigeria, alimentó el ego argentino. La segunda jornada deparó el nuevo clásico del fútbol, el Inglaterra-Argentina donde David Beckham se dio el gustazo de cumplir su particular venganza con la albiceleste, anotando el penalti de la victoria (1-0) y haciendo olvidar su papel de villano en la eliminatoria de 1998.

La debacle se confirmó con el último partido, un empate ante Suecia que dejaba a los dos veces campeones del Mundo eliminados en la primera fase, circunstancia que no ocurría desde Chile’62.
Suecia terminaba como sorprendente líder e Inglaterra accedía como segundo.


El grupo G partía con gran igualdad, México comandó la clasificación gracias a las victorias ante Croacia y Ecuador. El equipo tenía como baluartes a Rafa Márquez (Mónaco), Arellano, García-Aspe, Torrado (Sevilla), Luis Hernández, Borgetti, Francisco Palencia (RCD Espanyol) y Cuauhtémoc Blanco (R. Valladolid), sólo 4 jugadores pertenecían a ligas extranjeras.

Croacia en el Mundial de 2002Italia sufrió en esta ronda, como es habitual, al primer triunfo ante los ecuatorianos le siguió una derrota ante los croatas, quienes no pudieron repetir el éxito de Francia’98. La primera fase la cerraron los transalpinos con un empate in extremis ante los aztecas que supuso el billete para octavos.

Croacia conservaba sus encantos del pasado: Pletikosa, Prosinecki, Suker, Vlaovic, Boksic, Jarni, Robert Kovac, Simic y Suker, con leves cambios como Niko Kovac (hermano de Robert) y Olic que hacían del conjunto ajedrezado una brillante selección veterana que ofrecía sus últimos destellos.

El grupo H de esta fase preliminar deparaba a otro coanfitrión triunfando. Japón encabezaba la liguilla sin grandes referentes internacionales, exceptuando a Hidetoshi Nakata, por delante de Bélgica, una decepcionante Rusia y Túnez. Los ‘samuráis azules’ sumaban sus primeras victorias en una Copa del Mundo tras el vulgar estreno en 1998, donde acumularon tres derrotas.

Rusia padecía el mismo problema que los croatas, con un plantel contrastado y experimentado pero demasiado maduro. Los Onopko, Karpin, Mostovoi, Alenichev y Beschastnykh junto a alguna emergente figura que se han quedado en el camino, Titov (Spartak) o Izmailov (Lokomotiv) hacían las maletas en esta primera criba.

En líneas generales, el juego de esta Copa Mundial no estaba siendo excesivamente atractivo pero las sorpresas estaban añadiendo protagonismo a selecciones de un segundo nivel que habitualmente no destacan en este tipo de campeonatos. Estaba siendo un torneo más emocionante que convincente.

Por otro lado, la FIFA miraba con recelo a unas gradas vacías que no acababan de sentir la fiesta del fútbol, unos aficionados que ponían empeño en su misión de sustituir a las hinchadas europeas, que en su mayor parte no tenían representación, y cuyas banderas eran movidas con ahínco por unos 'supporters' que tenían como trabajo el de animar y dar colorido.

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Octavos de final
Alemania 1-0 Paraguay
El jugador suizo, nacionalizado alemán, Oliver Neuville fue el autor del tanto que evitó que el partido llegara a la prórroga en un encuentro caracterizado por un pobre juego desplegado por ambas escuadras.

Los guaraníes contaban con Cesare Maldini en el banco, un entrenador idóneo para un equipo basado en la seriedad defensiva que ofrecían Gamarra, Ayala y Arce, tres gladiadores para custodiar la meta del excéntrico Chilavert. La clase del “toro” Acuña y el acierto de Santa Cruz aparecieron por momentos, pero nunca en la dosis esperada.

Dinamarca 0-3 Inglaterra 
La 'dinamita roja' se vio anulada. El extraordinario nivel mostrado en la ronda preliminar gracias a la combinación acertada de músculo con explosividad, a cargo de jugadores como: Tofting, Helveg, Gravesen, Tomasson, Sand o Rommedahl, acabó apagándose en el primer enfrentamiento directo.

Los ‘pross’ aprovecharon el tempranero autogol del meta escandinavo Sorensen para perder los miedos que finalmente se disiparon cuando el astuto Michael Owen, el jugador más joven en recibir el balón de oro (2001), anotaba el segundo de la noche. El marcador lo cerraba el otro delantero del Liverpool, Heskey, en el 44’, dejando el segundo tiempo como una mera anécdota.


Suecia 1-2 Senegal (prórroga)
Los nórdicos contaban en sus filas con dos de los mejores jugadores que ha dado el país: Henrik Larsson y el incorregible Zlatan Ibrahimovic, que jugaba por entonces en el Ajax. El ‘7’ escandinavo e ídolo del Celtic de Glasgow anotaba en el primer tiempo. Larsson, nombrado bota de oro europeo en la 2000-01, dejaba su huella en Japón ante una de las revelaciones del torneo, una ‘cenicienta’ dispuesta a reinar.

Senegal gracias a Henri Camara, futbolista que ha vestido la friolera de 12 camisetas de clubes diferentes, remontaba el encuentro. La hazaña finalizaba en el tiempo extra con otro tanto de Camara que decidía el duelo de octavos.

Se trató del último Mundial en utilizar el llamado gol de oro. En 2003, dentro de la competición denominada como Copa Confederaciones, la FIFA usó por última vez esta impopular forma de dilucidar las prórrogas que afortunadamente apenas duró una década.

Henri Camara, delantero de Senegal y autor de dos tantos en octavos..
España 1-1 Rep. Irlanda (ESP, pen)
La selección llegó al encuentro con unos buenos números goleadores, 9 tantos, que fueron refrendados por Morientes cuando anotó a los 8 minutos de juego, cabeceando un preciso servicio de Puyol desde la derecha. Irlanda no perdió la fe al encuentro, los chicos de verde contaban para esta cita con Harte, Duff, Quinn, Staunton, Holland, Roy Keane (medio) y Robbie Keane (delantero), todos ellos jugadores experimentados en la Premier inglesa.

escudo de Irlanda, Corea del Sur y Japón 2002, Ireland, FAI, badgeFue un choque marcado por los lanzamientos desde los 11 metros. Durante los primeros 90 minutos, Harte erró un penalti, centrado y despejado por Casillas y Robbie Keane resolvía con éxito, sobre el silbato final, la segunda pena máxima para los suyos, que significaba el empate y el merecido paso a la prórroga ante una conformista España.

El tiempo extra repartió una oportunidad por bando, el cansancio acumulado anunciaba la tanda de penaltis donde Casillas se erigió como uno de los protagonistas al repeler dos disparos, siendo Mendieta el jugador que selló finalmente el pase a cuartos: un futbolista con gran temple, sangre fría y decisión para ejecutar desde el punto fatídico. España accedía a los cuartos, su habitual parada final en la ruta mundialista.

México 0-2 Estados Unidos
Es uno de los clásicos del fútbol del continente americano de gran rivalidad y cuya distancia deportiva se ha acortado en los últimos años, por la mejora en el juego de los estadounidenses. El Tricolor tampoco pasaba por su mejor época, de hecho la imbatibilidad en suelo azteca había caído tras 67 años, Costa Rica fue el que quebró la racha victoriosa y dictatorial de México en casa en las preliminares de la CONCACAF.

El técnico “vasco” Aguirre había encauzado a la selección tras la dubitativa fase de calificación, donde se situaron por detrás de Trinidad y Tobago. En la posterior ronda de la confederación retomaron la senda de las victorias para quedar segundos, por delante de los estadounidenses y así conseguir el acceso al Mundial.

México repitió el maleficio de no pasar a cuartos de final en un torneo disputado fuera de tierras aztecas, un terreno pisado en los Mundiales jugados en casa. El ‘Tri’ encaró bien en el encuentro, a pesar de que a los 8’ Mc Bride marcara para los norteamericanos. Borgetti, Blanco y Luis Hernández, tras su ingreso en el primer tiempo, fueron los argumentos para voltear un partido que se les acabó escapando porque México llegaba al área, pero no daba la estocada, no mataba y Estados Unidos esperaba sus opciones, que aparecieron a los 64’ con una buena contra materializada por uno de los mejores jugadores del ‘soccer’, Landon Donovan.

Brasil 2-0 Bélgica
La ‘canarinha’ desentonaba en la zaga pero enamoraba en el ataque. Ronaldinho y Juninho, apoyados por dos carrileros como Cafú y Roberto Carlos que alimentaban de balones a dos genios como Rivaldo y Ronaldo. Precisamente fueron éstos dos jugadores los que resolvieron la eliminatoria ante los ‘diablos rojos’.

Bélgica lo intentó e incluso perforó la portería brasileña pero el testarazo de Wilmots fue invalidado de forma sorprenderte por el árbitro. Precisamente, Mpenza y el capitán Wilmonts, compañeros tanto en la selección como en el Schalke 04, fueron los más insistentes en lograr una machada que la doble R (Rivaldo-Ronaldo) se encargaron de impedir.

Japón 0-1 Turquía
Los 'samuráis azules' se despedían de la Copa del Mundo ante otra de las sorpresas del 2002, una Turquía en la que destacaba el gran ariete Hakan Sukur, sumado a un emergente y prometedor Emre y un siempre competitivo Basturk. Los cuartos de final esperaban a los otomanos ante otro inesperado rival: Senegal. El Mundial de 2002 seguía premiando a las selecciones con menos tradición.

Corea del Sur 2-1 Italia
Los arbitrajes fueron uno de los principales apoyos de los anfitriones para su éxito deportivo, una selección que nunca había conseguido ningún triunfo en un Mundial se plantaba en cuartos de final tras derrotar a la ‘azzurra’.

Los tricampeones contaban con una gran capacidad defensiva para proteger la meta de Buffon con un plantel formado por: Panucci, Maldini, Cannavaro, Gattuso, Nesta, Materazzi, mezclado con el talento de Totti y Del Piero y unos ejecutores tan letales como Vieri, Delvecchio, Inzaghi o Montella. Una escuadra muy equilibrada y con unas miras muy altas en la undécima participación mundialista consecutiva de los transalpinos.

El partido de cuartos de final tropezó con el permitido juego brusco asiático y las decisiones del colegiado ecuatoriano, Byron Moreno, que no ayudaban a tranquilizar los caldeados ánimos que se habían encendido con el penalti pitado en contra de Italia antes del primer cuarto de hora. El tanto de Vieri no apagó el incendio que comenzaba a extenderse con las decisiones de los asistentes y del árbitro principal. Los 'Tigres de Asia' arengados por la marea roja que dominaba la grada no perdieron la cara al encuentro, la perseverancia hizo que Seol pusiera el empate a dos minutos del final, preámbulo de una dramática prórroga.

En el tiempo extra, la expulsión injusta del romanista Totti y un gol que no debió ser anulado, el quinto del campeonato que no subía al marcador italiano, cedían paso a la paradoja cuando un futbolista surcoreano y también jugador del Perugia, Ahn, era el verdugo de los transalpinos en el 116’. Esta gesta hizo que no volviera nunca a vestir la camiseta del club, amenazado por su propio presidente. Posteriormente, el máximo mandatario se retractó de sus palabras pero el delantero asiático ofendido acató el mensaje y nunca volvería a jugar en el calcio.
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Cuartos de final
Inglaterra 1-2 Brasil
Las aspiraciones del conjunto de los ‘tres leones’ topaban con una enorme piedra: la efectividad anotadora de la ‘canarinha’y su idilio con la Copa del Mundo, la única selección que ha disputado todas las ediciones de los Mundiales y que más títulos acumula.

Inglaterra llegaba con optimismo a cuartos de final, contaba con un combinado efectivo que tenía equilibrio en sus líneas. Seaman en la portería, con las clásicas dudas que llevan planteando los metas ingleses en los últimos Mundiales. Ferdinand, Ashley Cole y Campbell ponían la firmeza en la retaguardia, a pesar de la juventud. El centro del campo era sinónimo de trabajo y calidad: Beckham, Scholes y Butt. En la delantera las opciones eran diversas, desde un medio ofensivo como Joe Cole a una delantera rápida con Owen o Fowler, pasando por un perfil más clásico de ariete con Heskey o Sheringham.

Owen abría el marcador y aceleraba las ilusiones de un país que suele desbocarse en sus citas finales, tanto de Mundiales y Eurocopas. El gol del menudo jugador llevaba su sello: el de la pillería y la rapidez, recogiendo un error de Lucio para sentar al portero con un exquisito amago y anotar. El empate llegaba cuando más duele, al final del primer tiempo en una jugada luchada por la ‘verdeamarela’ y conducida por Ronaldinho para asistir a un Rivaldo que tenía una innata capacidad de colocar el interior de su pie para guiar al balón a una esquina de la red.

Ronaldinho certificó la remontada con una falta lanzada que pilló desprevenido a un adelantado Seaman, su movimiento hacia atrás intentando sin éxito cazar un balón que le sobrevolaba recordaba a otra acción similar cuando Nayim anotó para el R.Zaragoza, en la mítica final de Recopa a un Arsenal que contaba con el propio Seaman en la meta.

Alemania 1-0 Estados Unidos
Los germanos eran un equipo práctico, la ‘Mannschaft’ tenía una de las selecciones menos llamativas de las últimas ediciones, sensaciones que ya se pudieron apreciar en la fase de clasificación cuando un humillante 1-5 en Munich frente a Inglaterra hizo temer por una clasificación que finalmente llegó por la vía indirecta, la de la repesca ante Ucrania.

Michael Ballack, sobre el que siempre ha existido la sensación de que las expectativas estaban por encima de su juego, era el encargado de terminar con el sueño americano con un cabezazo. Las opciones ‘yankees’ de empatar se toparon con un muro infranqueable con nombres y apellidos: Oliver Kahn, que estaba siendo el mejor de los teutones.

Corea del Sur 0-0 España (COR, penaltis)
La selección acudió algo confiada al encuentro, el hecho de tener fuera de combate a Italia y a un inesperado rival en cuartos, ningún equipo asiático había llegado tan lejos, devolvió a un país la fe por acceder a las semifinales. España no jugó bien y tampoco tuvo un arbitraje apropiado para un Mundial.

Tanto el colegiado egipcio Al.Ghandou como sus linieres no estuvieron acertados: un gol mal anulado por falta inexistente, un balón que no había traspasado la línea de fondo y que hubiera supuesto otro tanto fueron dos de los más notorios errores del trío arbitral junto a innumerables fueras de juego decretados que iban poco a poco minando la moral de los nuestros.

Los hombres de Camacho no ofrecieron su mejor versión en aquel encuentro, víctimas de los nervios y de la presión. Joaquín y Morientes fueron los más incisivos en conseguir un ansiado gol que no aparecía por lo que el empate condenó el choque a los penaltis donde los asiáticos se mostraron infalibles en los lanzamientos, Joaquín erraba el cuarto lanzamiento para dar la ventaja definitiva a los anfitriones que fue aprovechada por el jugador más internacional de Corea del Sur, Park Ji-Sung. España se volvía a quedar a las puertas del éxito.

Senegal 0-1 Turquía
La eliminatoria inesperada de cuartos fue otro de los choques de esta edición de 2002 en la que el gol de oro selló el pase a la siguiente ronda. En un encuentro igualado, sin mucho peligro por ambos bandos –apenas 2 remates a puertas por equipo- y que decidió el jugador del Besiktas Ilhan Mansiz. A los otomanos les tocaba el premio gordo de disputar unas semifinales ante Brasil con quien había cuentas pendientes por el enfrentamiento de la primera fase.
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Semifinales
Alemania 1-0 Corea del Sur
Los germanos repetían resultado y goleador ante los coorganizadores del torneo quienes habían convertido cada eliminatoria en un día de fiesta nacional con su colorido y banderas. Michael Ballack, luciendo el dorsal número 13, se disfrazó primero de héroe para acabar como un villano. Un tanto suyo daba la clasificación pero la amonestación recibida le impedía jugar la final.

La ‘Maanschaft’ cumplía, el conjunto de Rudy Voeller llegaba al objetivo de la final pero con la sensación de ir más que nunca como víctima, con el jugador de campo más destacado sancionado y una clase media de jugadores (Hamman, Jeremies) que no daban altas garantías. En cambio, otros futbolistas como el siempre comprometido Mehmet Scholl nunca pudo disputar un Mundial, por lesiones o por motivos técnicos, en esta ocasión el seleccionador sorprendentemente no incluyó al medio del Bayern en la convocatoria para Corea-Japón, a pesar del clamor popular para que reconsiderara su decisión. La portería no atendía a debates, la fuerte personalidad de Oliver Kahn daba carácter y seguridad a los teutones.

Brasil 1-0 Turquía
El inesperado desenlace del campeonato hizo repetir un encuentro de la primera fase, celebrado el 3 de junio, que estuvo marcado tanto por las triquiñuelas de Rivaldo, que consiguió expulsar a un rival (Hakan Unsal), como del penalti injusto pitado en contra de los turcos, que había implicado otra tarjeta roja, y que supuso el 2-1 final.

Si en el partido de la primera fase Brasil parecía necesitar tiempo para aclimatarse, 23 días después y en unas semifinales la 'canarinha' demostró su fragilidad. Turquía dispuso del control del esférico pero no de las mejores oportunidades, a excepción del testarazo del Alpay. Los tetracampeones tenían a dos de los mejores finalizadores del mundo y uno de ellos, Ronaldo, sentenciaba el choque al inicio de la segunda mitad golpeando con la puntera y convirtiéndose, nuevamente, en verdugo del equipo turco.
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Final
El tercer y cuarto puesto tuvo a Turquía y Corea del Sur como participantes, dos selecciones que no entraban en ninguna quiniela para haber llegado tan lejos en el torneo. Su partido supuso un nuevo hito, el que proporcionó el genial Hakan Sukur cuando anotó a los 10 segundos del encuentro, firmando el gol más rápido de las Copas del Mundo en un choque abierto que acabó con 3-2 para los otomanos.

Alemania 0-2 Brasil
Una edición repleta de sorpresas de giros inesperados y actores secundarios con escuadras históricas eliminadas antes de tiempo, tuvo el desenlace que anunciaban las estadísticas: un Alemania-Brasil como postre para un decepcionante campeonato del Mundo.

Ambas federaciones alcanzaban por séptima vez el último capítulo del torneo y donde los dos principales protagonistas de cada equipo tuvieron papeles dispares. Ronaldo destacó, anotando un doblete que elevaba a 8 su cuenta goleadora en el torneo y a 12 su concurso en los Mundiales. 'El Fenómeno' entraba en el Olimpo de los delanteros.

El pilar en el que se sustentaba aquella Maanchaft era Oliver Kahn. Su sobresaliente mundial tuvo una prolongación en el partido de Yokohama con meritorias paradas pero un leve despiste, originado por un latigazo seco de Rivaldo, impidió al cancerbero teutón atajar el escurridizo 'Fevernova' para morir en los pies de Ronaldo que subía el primero al marcador.

El 3-5-2 planteado por Brasil dejaba libertad a los laterales que hacían de carrileros, Roberto Carlos aparecía por la izquierda y Cafú por la derecha, precisamente en una de sus subidas, acompañado por Kleberson, llegaba el segundo con una genial maniobra de Rivaldo, Ronaldo volvía a ser el artífice del remate final.

El lateral de la Roma Cafú, que disputaba su tercera final consecutiva, recogía el trofeo, convirtiendo a la 'canarinha' en pentacampeona del mundo. Siendo la primera selección que se adjudicaba el torneo con un pleno de siete victorias. Otro de los detalles estadísticos, era que el continente americano pasaba a ser el que más entorchados tenía, con 9 (5 de Brasil, 2 de Argentina y 2 de Uruguay), frente a los 8 títulos exhibidos por las federaciones europeas.

Corea del Sur-Japón 2002
  1. Brasil
  2. Alemania
  3. Turquía
  4. Corea del Sur

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