Mostrando entradas con la etiqueta Def Leppard. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Def Leppard. Mostrar todas las entradas

martes, 18 de junio de 2024

Uriah Heep, Saxon y Judas Priest salen por la Puerta Grande de Vistalegre

Hay artistas o grupos de música que han pasado a la historia por sus canciones o su influencia en otras bandas. Solo algunos elegidos añaden más motivos para ser recordados, para ser emulados. Judas Priest es uno de sus nombres. 

Judas Priest, fundado en 1969 y cuyo nombre se debe a un tema de Bob Dylan, es uno de los grandes referentes del heavy-metal. A ellos debemos algunas de las canciones y riffs más característicos de este género musical. A ellos debemos que el cuero sea sinónimo de este género musical.

Rob Halford, cantante de la formación, es el primer artista que extendió la costumbre en el heavy-metal de vestirse con cuero negro sobre los escenarios. Una indumentaria que se adquiría en sex-shops y no en tiendas convencionales de ropa.

No es el único legado que le debemos a Halford, dado que en 1998 y durante una entrevista para la MTV confesaba su verdadera inclinación sexual. Una homosexualidad que había permanecido visible para su círculo cercano pero oculto para el resto del mundo, a la espera de encontrar el momento en el que "liberarse". 


Uriah Heep + Saxon + Judas Priest en la Palacio de Vistalegre de Madrid, 17 de junio de 2024

Decía Santiago Segura en la película 'El Día de la Bestia', donde interpretaba a un fanático del heavy-metal, que "era satánico y de Carabanchel". Homenajeando al personaje de la cinta de Álex de la Iglesia, el madrileño distrito de Carabanchel, que siempre ha estado ligado al rock y que tiene como referente a Rosendo Mercado, se tiñó de negro merced a la legión de seguidores que no se querían perder este aquelarre musical perpetrado por tres leyendas del rock británico en su versión más dura. 

Los londinenses Uriah Heep, cuya popularidad en los 70 era memorable, Saxon, abanderados de la célebre 'nueva ola del heavy metal británico' -etiqueta que comparten con Def Leppard y Iron Maiden-, y Judas Priest cerrando a esta 'Santísima Trinidad' del rock.

Uriah Heep saltaron al ruedo del Palacio de Vistalegre, también usada como Plaza de Toros, pronto y puntuales. El público todavía no había llegado a ocupar el coso taurino cuando tocaban los primeros acordes. Una faena redonda, a la que sorprendentemente acompañó un excelente sonido. Un mal endémico que padece la Plaza de Vistalegre y que sufrirían los otros dos espadas de la noche.

Con apenas ocho temas, desde Save Me Tonight a Easy Livin', mostraron el amplio abanico de estilos musicales dentro del rock, con un tono psicodélico y progresivo marca de la casa.

El objetivo de cualquier grupo telonero es el de abrir para la banda principal y 'calentar' a los seguidores. En definitiva, subir la temperatura. El termómetro de la Plaza de Toros se elevó a lo más alto con la descarga de Saxon. Académica, de heavy-metal añejo y con denominación de origen. Solo falló el sonido, unas veces el micro estaba bajas y otras reverberaba la acústica. Madrid estaba a sus pies y ellos empeñados en llevar a la ciudad a los infiernos a lomos de una moto.

 Rob Halford posee una de las más admirables voces dentro del rock. Los tonos agudos de Halford son parte de la historia del 'heavy-metal' y a sus 72 años siguen en plena forma. Tan generoso quiso estar Vistalegre que a veces sus paredes devolvían esa voz, confundiendo y desluciendo el espectáculo, como si fuera una pelota lanzada contra la pared.

Pese a este contratiempo que tuvo Judas durante su descarga en Madrid, el grupo, y en especial su cantante, se lucieron. Apareció Rob Halford ataviado con una chaqueta plateada que alternaría con su mítica 'chupa' de cuero con tachuelas y una americana dorada. Como si de unos Juegos Olímpicos se tratara, Rob se iba colgando la plata y el oro, sucesivamente.

Judas tenía ganas de mostrar toda su artillería y disponía de poco tiempo para exhibirla. 18 temas correspondientes a 10 discos, alternando clásicos como Rob Halford alternaba su vestimenta. You've Got Another Thing Comin', Breaking The Law, que hasta tiene el privilegio de aparecer en un capítulo de los SImpsons, y Love Bites se entremezclaban con algunos de los tema del último trabajo 'Invincible Shield'. aunque en Madrid no asomara el maravilloso Crown Of Horns.


Sinner y Turbo Lover, eran las más celebradas y coreadas, mención aparte para Painkiller, un tema que está en cualquier listado de mejores temas de la historia del metal. Lo tiene todo y Rob lo da todo. al igual que el resto del grupo, y aunque Ian Hill permanezca en un segundo plano, como rechazando el protagonismo. Solo la maldita acústica de Carabanchel rompía algo la armonía.  


El podio final estaba formado por Electric Eye, Hell Bent For Leather, incluyendo una motorizada aparición en el escenario sobre una flamante Harley-Davidson, y Living After Midnight, la cual anunciaba que iban a dar las doce campanadas después de haber vivido una maratoniana jornada de vieja escuela de rock, de la que se siguen dando clases magistrales aunque falte un relevo en las aulas.

domingo, 25 de junio de 2023

Mötley Crüe y Def Leppard devuelven a Madrid a los 80

 La nostalgia vende. La música, el cine y la moda han descubierto que las generaciones que vivieron ciertas épocas, y las que no, ansían con disfrutar de detalles que evoquen aquellos momentos, muchas veces idealizados y otras veces justamente alabados. La década de los 80 está siendo una de las favoritas a nivel de marketing. 

Mötley Crüe y Def Leppard vivieron su mejor etapa musical en los 80 y 90. Unos eran los chicos malos del hard-rock californiano y los otros la sofisticación y el vanguardismo de la primera hornada de la denominada New Wave of British Heavy Metal, la nueva ola del 'heavy metal' británico, donde compartían espacio con Iron Maiden, Venom, Motorhead o Saxon, entre otros.

Cuando Mötley Crüe y Def Leppard anunciaron una gira juntos por el planeta, los aficionados fantasearon con la posibilidad de su llegada a España. Algo que finalmente se produjo. Una única visita a nuestro país. Una única y esperada visita.


Los Sex, Mötley Crüe y Def Leppard en el Auditorio Miguel Ríos de Rivas-Vaciamadrid, 24 de junio de 2023

La acústica que proporciona el Auditorio Miguel Ríos perdona su distancia a la capital. Por un lado ganas y por otro pierdes, como la vida misma. Los Sex fueron los primeros en salir al escenario. Un nombre premonitorio para lo que vendría después. La banda madrileña cumplió con su papel a la perfección. Bajo el incesante sol, practicaron un rock con toques clásicos para una formación moderna y joven.

La simpática película 'Jacuzzi al pasado' (2010) habla de varias personas cansadas de su día a día en pleno siglo XXI y que, tras meterse en un jacuzzi, aparecen en 1986, en un festival. La pasión por Crüe en la película está patente en uno de los protagonistas. Una pasión contagiosa.

Anoche fueron muchas más personas las que entraron a ese jacuzzi, incluyendo el grupo californiano: Vince Niel, desmejorado físicamente y fantástico a nivel de voz, Nikki Sixx, con su magnetismo intacto, y Tommy Lee, todo carisma y alegría desbordada. A ellos, ante la ausencia en el tour de Mick Mars por temas de salud, se ha juntado John 5. Como si a los más malos del colegio se les juntara el nuevo, el que fue expulsado de otra escuela. Una acertada decisión dado el poder visual que tiene el guitarrista ex Marilyn Manson y Rob Zombie, quien usó, como es habitual en él, guitarras inimaginables y recursos varios. El equilibrio perfecto entre una banda nostálgica de los 80 y un guitarrista contemporáneo.

Mötley Crüe fue Mötley Crüe. Su espectáculo fue crudo, directo y atronador, casi garajero. También incluyó dos atractivas y esculturales coristas con poca ropa y cuando los integrantes del grupo se dirigieron al público fue para pedir que las seguidoras mostraran sus pechos y hablar de alcohol. Durante dos horas el reloj retrocedió 40 años. Era un gusano temporal previsible y esperado. Hasta deseado. Un tigre siempre es un tigre.

Musicalmente los Crüe fueron directos y sin concesiones. Empezar con Wild Side es toda una declaración de intenciones y toda una metáfora de su manera de entender la vida y la música. Cualquier canción era celebrada y aclamada, cualquier miembro del grupo era vitoreado y aclamado.

Incluso se atrevieron con algún tema más 'moderno', como ese Saints Of Los Angeles o el propio The Dirt, extraído de una de las biografías más directas y sinceras hechas en el rock. Cero edulcorante. 

Tommy Lee dejó momentáneamente su papel secundario, que nunca ha sido así, para pasar de la batería al piano, previa conversación con el público. Es un niño encerrado en el cuerpo de un adulto y ahí reside su encanto. Home Sweet Home sonó deliciosa y dulce.

Kickstart My Heart fue la última elegida para sonar. El tema que explica la sobredosis de Sixx y que pasó de un suceso que pudo ser mortal a una canción exitosa e inmortal. Puro Crüe. Es su tema que explica lo que son y cómo son, porque pocas personas habrían compartido con tanto arte sus desgracias. Ahí reside su gracia.

Casi sin tiempo para renovar el escenario, apenas 20 minutos, sirvieron para que Def Leppard tomaran el relevo en el Miguel Ríos. Son de la misma quinta, pero mucho más maduros en todos los aspectos. Si Crüe es descarado, Def Leppard es sofisticado. Unos son muy estadounidenses y los otros muy británicos, británicos en su versión de té con pastas a las cinco de la tarde.

El show de los de Sheffield fue tremendamente profesional y serio, con Joe Elliot impecable. Supieron alternar grandes clásicos con temas menos conocidos para sus no incondicionales, que poblaban las dos pistas del recinto madrileño.

Let's Get Rocked, con ese sonido tan vanguardista y barroco propio de algunos grupos en los 90 que querían aparentar modernidad, asomó pronto, como un Gordo de Navidad madrugador. El disco 'Hysteria' fue el gran homenajeado de la noche, tanto como Rick Allen, quien mostró su gran habilidad en la batería pese a tener solo un brazo por un accidente automovilístico. 

La capacidad de Allen de manejar su kit de batería con los pies junto al set acústico en mitad del concierto, donde mostraron Savage, Collen y Campbell sus habilidades, fueron dos de los grandes aciertos de los británicos, quienes también tiraron de nostalgia para mostrar sus imágenes en los videomarcadores. Fotos de color sepia que han perdido el color, pelos rubios que ahora son canos. Tempus fugit.

Rocket, Hysteria y Pour Some Sugar On Me fueron las más aplaudidas. Rock Of Ages y Photograph las últimas en ser tocadas. Un show que se quedó algo corto y al que le faltó algún colofón extra.

Pasada la medianoche, las luces se apagaban en el escenario y el público miraba sus móviles para ver las fotografías sacadas. El viaje por la década de lo 80 había terminado y se iniciaba su vuelta a casa. A su dulce hogar tras más de 4 horas de buen rock.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...