martes, 13 de noviembre de 2012

30 años de trueno; 30 años de sudor, sangre y cuero. Tres décadas de Blackie Lawless y los W.A.S.P.

El 21 de septiembre de 1982 una banda de heavy-metal llamada W.A.S.P., cuyo significado nunca ha sido desvelado, realizaba su primer concierto en el Troubadour de Los Angeles. El grupo llevaba formado desde 1978 bajo la figura principal de su cantante, el neoyorquino Steven Edward Duren, conocido artísticamente como Blackie Lawless.

California afila sus guitarras
La agresividad a la hora de ejecutar los temas, las escandalosas actuaciones y la teatralidad de su puesta en escena (heredada de Alice Cooper y de Kiss, donde mantenía una extraordinaria relación, casi fraternal, con Ace Frehley), fueron los reclamos de W.A.S.P. para conquistar al público y a la industria musical, unos contratos que se acumularon como metales ante la cercanía del imán, en especial en el 'estado dorado' de California. En 1984, un corto pero intenso trabajo discográfico iniciaba la carrera de uno de los nombres más representativos del heavy.

logo de W.A.S.P. 30 years, 1982-2012

California se convertía en la década de los 80' en una cantera extraordianria de históricas bandas del hard-rock: Mötley Crüe, Ratt, Guns N' Roses, Quiet Riot o L.A. Guns y servía de cuna, como ya lo había hecho con el punk melódico instaurado por los Bad Religion, para el estilo que había nacido con la misión de revolucionar y acelerar el metal, el thrash que comenzaban a practicar tres de los cuatro grandes: Slayer, Megadeth y Metallica.

30 años de W.A.S.P.
El año 2012 ha servido a Blackie Lawless para echar la vista atrás y hacer balance no a la carrera de la formación, que asciende a los 14 álbumes de estudio, sino a los años más exitosos del grupo, aquellos pertenecientes a la etapa donde el cuero, el sudor y la sangre se entremezclaban.

El repertorio utilizado durante esta gira también quería rendir homenaje a uno de los discos más redondos y trabajados en los que el perfeccionista Blackie Lawless pasó gran tiempo preparando la que quería que fuera su obra culmen, una ópera-rock denominada 'The Crimson Idol' que celebraba su vigésimo cumpleaños.

Crimson Idol

El concierto de la Riviera, Madrid (9 de noviembre de 2012)
El espectáculo prometido, de más de dos horas de música con fuegos de artificio, se quedó en un efectivo show de hora y tres cuartos con una gran elección de viejos clásicos que aparecían atropelladamente ante un escenario decorado con el logotipo de la gira que cubrían tres pantallas donde se mostraban los vídeo-clips.

escenario de W.A.S.P.
Primer tercio: los viejos himnos
Durante el primer tercio del concierto, el cuarteto utilizó principalmente temas del primer disco, de título homónimo y editado en 1984, un álbum con el que los angelinos sedujeron con su estilo directo, muy digerible y pensado para ser escuchado en vivo merced a sus melódicos y pegadizos estribillos.

Sonaron en esta primera parte:
  • On Your Knees, 1984
  • The Torture Never Stops, 1984
  • The Real Me (versionando a los The Who), 1989
  • L.O.V.E. Machine, 1984
  • Wild Child, 1985
El punto más sensible de la actuación llegaba con un medley de dos de sus temas más intimistas de la primera época de W.A.S.P., el delicado medio tiempo del Sleeping (In The Fire) que se fusionaba brillantemente con el final de la sentida Forever Free, escrita para una persona muy cercana a Blackie que falleció en la carretera.
  • Sleeping (In The Fire) / Forever Free 1984, 1989
  • The Headless Children 1987
  • I Wanna Be Somebody 1984
The Headless Children y I Wanna Be Somebody eran los temas encargados de cerrar el primer bloque del repertorio, pertenecientes a la etapa más sucia y gamberra de W.A.S.P., un descenso a los infiernos como consecuencia de todos los excesos cometidos por la dupla formada por Blackie Lawless y su antiguo guitarrista, Chris Holmes, quienes representaron una parte del lado demoníaco y pervertido del rock de los 80, tan temido por la gran América puritana como atractivo para una juventud ansiosa de degustar nuevas sensaciones prohibidas que los terminó adorando.

W.A.S.P., en Madrid, 2012, Riviera
Segunda parte: El ídolo carmesí
La llegada de los '90 supone la marcha de Holmes y la continuación del elaborado camino musical marcado en 'The Headless Children' (1989). Tras tres años de dura creación y composición, Lawless vuelve en 1992 con un nuevo disco, mucho más maduro que sus predecesores, en el que destacaban la labor compositiva, la riqueza instrumental y la grandiosidad argumental con una temática conceptual propia de las ópera-rock ideadas por los Who.

El set del 'Crimson Idol' arrancó con la orquestación del The Titanic Overture, un tema alegórico que presagia el dramático final de Jonathan, nombre del protagonista y piedra angular del disco. El grupo se esforzó por condensar los mejores temas mientras los vídeos en las pantallas poníán los rostros a la tragedia del personaje: su crecimiento e incomprensión en el hogar paterno hasta su caída en el mundo de la música como un ídolo de masas. Una fábula, con toques autobiográficos, que muestra los entresijos del rock y la vida de los artistas más allá de los escenarios.

Sonaron:
  • The Titanic Overture
  • The Crimson Idol Medley (The Invisible Boy / I Am One / The Gypsy Meets The Boy)
  • The Idol
  • The Great Misconceptions Of Me 
Crimson Idol tour 2012
Tercer acto: sorpresa y punto final
Tras un parón ofrecido por un solo de batería, Blackie volvió a la carga con otro tema del 'Crimson Idol', un regalo inesperado dentro del guión preestablecido, el aplaudido Chainsaw Charlie (Murders in the New Morgue) que cerraba definitivamente el homenaje al Crimson Idol, una pieza de orfebrería y una muestra del mejor heavy-metal que presentó al mundo a un Blackie intimista y profundamente poético con frases tan magistrales como las siguientes.

The Gypsy Meets The Boy
She said, do you see what I see?, be careful to choose
Be careful what you wish for, cause it may come true
When I lay the card down will it turn up the fool?
Will it turn up sorrow? If it does then you lose

The Idol
If I could only stand and stare in the mirror could I see
One fallen hero with a face like me?
And if I scream, could anybody hear me?
If I smash the silence, you'll see what fame has done to me
Kiss away the pain and leave me lonely
I'll never know if love's a lie
Ooh - being crazy in paradise is easy
Do you see the prisoners in my eyes?

The Great Misconceptions Of Me
Welcome to the show the great finale's finally here
I thank you for coming into my theatre of fear
Welcome to the show, you're all witnesses you see
A privileged invitation to the last rights of me

El antepenúltimo tema de la noche suponía una breve concesión dentro de un repertorio en el que sólo se habían asomado cortes de sus cinco primeros proyectos. Heaven's Hung In Black, perteneciente al 'Dominator' de 2007, aparecía como otro de los ejemplos de un Lawless que con los años se ha sensibilizado (también se ha cristianizado) y que en este caso mostraba los horrores de la guerra, parafraseando a Lincoln en su discurso tras la violenta y feroz batalla de Gettysburg (1863).

W.A.S.P. con el mítico micrófono Elvis, valorado en 10.000 $ y fabricado por Disney.
Y es que la discografía de W.A.S.P. ha sido tan variada como los cambios de miembros en su formación: del tono oscuro del 'Still Not Black Enough' al acertado, e infravalorado, acercamiento a la música industrial con el crudo 'K.F.D.', pasando por discos más convencionales que siempre dejaban extraordinarias joyas como: Into The Fire o Hallowed Ground, un precioso y sincero homenaje a las víctimas del 11-S escrito por un reconocido patriota como Lawless.

Como viene siendo habitual, la divertida y participativa Blind In Texas cerraba el setlist y devolvía al público a la magia de los orígenes de la formación, a la etapa más desenfadada y alegre para un público que había disfrutado aunque no hubiera ni los fuegos de artificio previstos, ni las dos horas y media prometidas, ni las escenas turbadoras del pasado. Pero es que Blackie ha cambiado, ya no es un niño con un gran ego que pretendía ser la estrella más grande del rock, ahora es un ídolo carmesí que está a punto de llegar a los 60 años, algunos de los cuales los ha hecho cubierto de cuero, sudor y sangre, sirviendo a su gran creación, unos W.A.S.P. que han cumplido 3 décadas. Felicidades sr. Lawless.

"I don't wanna be, I don't wanna be the Crimson Idol of a million eyes. Long Live The King Of Mercy".

6 comentarios:

  1. Muy buena crónica. Que sepas que con tu labor de desgaste has conseguido que me guste bastante este grupo, al que nunca había prestado mucha atención.

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    1. Blackie me debería regalar la entrada de la próxima gira, menuda labor he hecho de promoción de sus discos, en especial del Crimson.

      Si te soy sincero, no todo el mundo va a saber apreciar el disco, pero con tu discoteca personal y tus gustos estaba claro que este LP tenía que despertar en ti cierta admiración.

      Lo seguimos hablando esta tarde en los vestuarios. :-)

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  2. Que grandes
    Un enorme saludo desde http://orgullobenfiquista.blogspot.com/
    http://bufandasybanderasamps.blogspot.com/

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    1. Sí, la verdad es que es una experiencia irrepetible y algo que todo el mundo debería vivir: poder disfrutar de su disco favorito después de 20 años de estar editado.

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  3. Noticia con mucha marcha. Nos vemos este año en la nueva edición del concurso bloguero. Esperemos estar en los puestos altos como en la pasada temporada. ¡Suerte!

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    1. Hola Manuel, estaba convencido que este año no iba a haber concurso ya que me parecía que la edición anterior fue antes.

      El listón lo dejamos bastante alto, me da que va a ser difícil superarlo.

      Como ya estamos enlazados, nos seguiremos leyendo. :-)

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