jueves, 29 de septiembre de 2022

Ludovico Einaudi mete al Teatro Real en su mundo de sonidos

 En estos tiempos donde la música clásica no parece estar viviendo sus mejores momentos y en la que un instrumento como el piano rara vez tiene su altavoz, es donde el compositor turinés Ludovico Einaudi no solo se ha hecho un hueco, sino también un nombre.

La popularidad del trabajo de este artista italiano, cuya ópera prima es de la década de los 80, se vio potenciado, como tantos músicos de estilo clásico, por el cine. Puede que pasara más de puntillas en esa obra de culto que es 'This Is England' (2006), para recibir el espaldarazo final con otra película europea, en este caso francesa, 'Intouchable' (Intocable), de 2011, donde la música de Einaudi adquiría tanto protagonismo como la pareja formada por François Cluzet y Omar Sy. En los últimos años su piano se ha asomado a la BSO de 'Nomadland' o 'The Father'.

El estilo de Einaudi es elegante y reflexivo, minimalista, por ser aparentemente poco recargado, y melancólico, por lo que sus piezas han encajado tan bien en esa delgada línea que se crea a veces entre el drama y la comedia, entre la lágrima y la sonrisa.

La gran venta de discos se explica por su éxito en un público heterogéneo, incapaz de ser etiquetado por haber llegado al mismo nivel que alcanzan las películas más taquilleras.

Ludovico Einaudi en el Teatro Real, 28 de septiembre de 2022 

Einaudi se presentaba en Madrid tras pasar por Sevilla y deleitar a la capital andaluza con el sonido de su piano. Y así arrancaba el concierto en el Teatro Real con piezas de su reciente álbum 'Underwater', como Rolling Like A Ball o Flora. Un telón transparente, donde se proyectaban distintas imágenes, era lo único que separaba al público del artista transalpino.

Con el paso de los minutos, más músicos se fueron sumando a desgranar sus instrumentos con sutileza y delicadeza. Primero fueron Federico Mecozzi (violín) y Redi Hasa (violoncello), para ser Francesco Arcuri, el que diera el toque final a través de la electrónica y la percusión. Un cóctel extraordinario que fueron poco a poco desgranando las distintas etapas de Einaudi.

 

Hubo hueco para el citado último disco y también para otras obras que ya se han convertido en clásicos del cine y del imaginario colectivo, como Una Mattina, Fly o Nubole Bianche, de las más destacadas dentro de las dos horas de inmersión en las partituras de Ludovico que acababan en un clímax con Experience, el pasaporte definitivo que necesitaba el público para entrar en ese mundo de sonidos diseñado por el pianista italiano.

2 comentarios:

  1. Tuve la suerte y el privilegio de ver el maravillosos espectáculo brindado por Ludovico Einaudi. Un espectáculo maravilloso e inolvidable donde se fundían sonido e imagen de manera mágica. Ludovico no decepcionó a nadie y todo el público se entregó al arte de este gran mago del sonido y las emociones. Sin duda repetiremos.

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  2. Gracias por tu comentario y perdona por contestar tan tarde. La verdad es que también disfruté mucho. La única pega es que nosotros veíamos a Ludovico en la distancia, muy arriba, con lo que a veces tenías que conformarte 'solo' con escuchar.

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