Una de las tareas más complicadas para cualquier grupo es la de sustituir a un cantante. El grupo finlandés Nightwish, en pleno apogeo tras la gira de su disco 'Once', despedía a su vocalista Tarja Turunen en 2005. A partir de entonces la carrera tanto de la banda, como de la propia cantante solista finesa, nunca volvió a ser la misma ni a estar bañada por el mismo éxito.
La pandemia impedía que Tarja pudiera realizar su 'Raw Tour' por Europa. En 2023, ya con las consecuencias del COVID-19 controladas, la estrella escandinava volvía a recorrer el Viejo Continente. Sin los grandes escenarios del pasado y sin sus antiguos compañeros de viaje. Y es que la discografía particular de Tarja, que ya acumula 16 años y 6 discos en estudio, es ya tan sólida como para que camine sola la diva nórdica.
La Sala Mon reunía a tres voces femeninas, que en el caso de Temperance compartía liderazgo con dos cantantes masculinos. Tres estilos diferentes de cantantes. Las dos primeras sufrieron problemas con el sonido. Mucho más a los británicos Serpentyne, a quienes solo lo batería parecía tener la fuerza necesaria para ser escuchada en la sala. Poco a poco fueron tomando el pulso, con ese metal que coquetea con el folk, pero ya era tarde y el relevo italiano, que también arrancó con problemas en el micro, estaba presto para arrancar.
Temperance contaba con la ventaja de tener seguidores entre el público, lo que provocó una mayor comunión con la terna de cantantes y el resto de la formación, quienes lograron contagiar con sus ritmos melódicos de power metal. Pese al poco tiempo que lleva la formación, todos tienen a sus espaldas kilómetros de carretera con otros grupos, como Visions Of Atlantis.
Tarja se hizo esperar, y desear, en este día de San Valentín. Y ella no decepcionó. Todo lo contrario. Tarja cantó, enamoró, bailó, danzó, sonrió, se divirtió, tocó los teclados y hasta habló español. Algo que se echaba de menos en otras giras por su idilio personal con Argentina. Porque la pareja de Tarja es un argentino, Marcelo Cabuli, motivo por el que habla tan bien castellano, además de por vivir en la Costa del Sol. También Marcelo fue una de las principales razones de la ruptura entre la cantante y su antigua banda.
El concierto arrancaba con Serene, perteneciente al último disco. Tarja salía elegante a escena, bañada en aplausos y bajo la luz de los móviles. Demons In You, My Little Phoenix precedieron a Diva. Ahora, que parece estar de moda con Shakira y Piqué mandarse mensajes con las canciones, Tarja también tuvo su respuesta desde las ondas al autoproclamarse "diva", justo el adjetivo con el que quisieron despectivamente etiquetar a la cantante en aquella carta de despedida de 2005 de Nightwish.
"...Nosotros no sabemos quien de vosotros dos os ha hecho llegar a este punto.Tal vez ha sido Marcelo quien te ha hecho pasar de ser una chica encantadora a ser una diva, y que ha dejado de comportarse como solía hacerlo. Estas demasiado segura de tu status y de que eres irreemplazable...".
Hablando de Nightwish, Wishmaster fue la elegida para representar aquella etapa en el repertorio. Una habitual en la artista nórdica donde da riendas sueltas a sus habilidades como soprano. Demostrando lo polifacética que es, se sentó para tocar con el teclado The Golden Chamber y una sentida versión de You And I. Con Victim Of Ritual se llegaba al primer receso del concierto.
La segunda parte del concierto empezó con la confesión y un sincero agradecimiento de Tarja. Confesión porque, según reveló anoche tuvo dudas en su carrera en solitario de cuánto público le iba a acompañar, y de agradecimiento porque veía que no estaba sola. Por eso Innocence y I Walk Alone eran la mejor banda sonora para ese momento, tremendamente indicados, especialmente la segunda. Dos clásicos modernos antes de que Dead Promises y Until My Last Breathe, otro de los indispensables de Tarja, exhalaran las últimas palabras de la finesa, exhausta y conmovida por seguir siendo la diva del metal sinfónico. Una voz que enamora, especialmente en una noche tan romántica como es un 14 de febrero.
gran crónica, publicada con increible rapidez!! yo también disfruté muchísimo con Temperance y sobretodo con Tarja. Conciertazo!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Dani. Por temas de trabajo me acostumbré tanto a tenerlo todo preparado para cuando terminaba un partido que cuando escribo para mi blog hago lo mismo, llego del concierto, escribo, subo fotos y publico.
ResponderEliminarYa te conté que estaba viviendo en Finlandia cuando se anunció su salida de Nightwish y se armó una tremenda, con la carta de marras firmada por Tuomas (él es el grupo, el resto importan poco y sí que tiene un problema de ego). Además, en el banco donde abrí la cuenta, Sampo, retiraron una tarjeta con la imagen del grupo (ahora serán una reliquia valiosa).
ResponderEliminarPor cierto, el año pasado salió de la banda Marko Hietala, el bajista y segunda voz, pero no ha explicado en profundidad las razones.
P.D: Conocí, con unas amigas de mi año erasmus, a Julius/Jukka, el antiguo batería, en un bar de Joensuu,"Amarillo", donde vivíamos todos. Es majete, aunque sorprendentemente pequeño (apenas 1`70).
¡Qué complicado es contestar ahora aquí! Pensándolo bien, tienes mucha razón. Seguro que esa tarjeta sería muy valiosa. Es un artículo original.
ResponderEliminarSinceramente, dejé de escuchar Nightwish desde que se fue Tarja. Normalmente no suelo tomar esa determinación cuando un grupo cambia al cantante, como con Iron Maiden, pero aquí sí que lo hice.
No me ofrecieron la tarjeta, pero la estaban promocionando. Una pena.
ResponderEliminarYo les escucho poco, lo reconozco. :(