domingo, 11 de agosto de 2024

La Cibeles y Atalanta, el mito de las celebraciones de títulos del Real Madrid

 El doble enfrentamiento de los octavos de final de la Champions League en su edición 2021-22 fue la primera ocasión en la que el Real Madrid y el Atalanta de Bérgamo, ciudad situada al norte de Italia y cerca de Milán, cruzaban sus caminos en partido oficial. Los blancos se impusieron en ambas citas (3-1 en España y 0-1 en Italia) para luego caer ante el Chelsea, quien a la postre fue el campeón.      

El destino ha querido que sendos conjuntos hayan cruzado sus caminos en 2024, en esta ocasión con un título en juego, la Supercopa de Europa, dado que el Real Madrid volvió a levantar la 'orejona', su decimoquinto entorchado, y la escuadra bergamasca se ha estrenado en el Viejo Continente con la Europa League. Dos campeones frente a frente. Dos equipos que tienen lazos en común merced a la mitología, escultura y pintura.

 La Cibeles, diosa mitológica
La Fuente de Cibeles es una obra del arquitecto Ventura Rodríguez del siglo XVIII que muestra a Cibeles, diosa de la tierra en la mitología frigia y 'gran madre' en la mitología romana, diseñada por el abulense Francisco Rodríguez de Arribas, quien está subida en un carro que es tirado por dos leones, proyectados por el escultor francés Roberto Michel.

Cibeles está situada en Madrid en la plaza con su mismo nombre, enfrente del actual Ayuntamiento, en la intersección de la calle Alcalá con la arteria que recorre la capital de norte a sur y de sur a norte, y que a esta altura cambia el nombre de Paseo de Recoletos por el del Paseo del Prado. La misma vía que luego se llama Paseo de la Castellana desde Colón hasta llegar al Hospital de la Paz. En esta ruta hacia norte pasa por delante del Estadio Santiago Bernabéu. La casa del Real Madrid y con el que guarda una estrecha relación.

La Cibeles y Emilio Butragueño
Un partido de la selección española fue el detonante de visitar la Fuente de Cibeles por parte del público futbolero. Concretamente los octavos de final del Mundial de México 1986 donde España se medía a la potente Dinamarca, cuyos mejores jugadores -Michael Laudrup (Juventus) o Elkjaer (Hellas)- jugaban en Italia, sin duda la mejor liga doméstica en aquellos instantes.

España jugaba en Querétaro (México) el 18 de junio de 1986 casi de local, con las gradas animando a los españoles, y encajaba el primer gol para reaccionar después con una gran remontada firmada por Emilio Butragueño, canterano y estrella del Real Madrid durante décadas, quien se reivindicó con cuatro tantos. 

Aquel brillante triunfo de España por 5-1 en la Copa del Mundo ante uno de los equipos más importantes del torneo, hizo que muchos aficionados se reunieran de manera espontánea alrededor de la Fuente de Cibeles, dado que la zona de Paseo del Prado y Recoletos estaba, y sigue, de moda en aquellos años, con sus restaurantes y bares de copas repletos de público que veían este encuentro.

Aquella selección española de 1986 contaba en la convocatoria con siete jugadores del Real Madrid -Camacho, Maceda, Gordillo, Butragueño, Gallego, Chendo y Míchel-, siendo estos cuatro últimos criados en el Castilla, filial del equipo blanco. Por este motivo, la celebración en Cibeles se terminó trasladando al madridismo y los triunfos de España se celebran en ocasiones todavía en Cibeles, como la Eurocopa de 2024.

Además, Butragueño encabezaba el grupo de canteranos del Real Madrid acuñados por el periodista Julio César Iglesias como la 'Quinta del Buitre', un quinteto formado por Míchel, Martín Vázquez, Manolo Sanchís, Miguel Pardeza, quien desarrolló la mayor parte de su carrera en el Real Zaragoza, y el propio Emilio Butragueño.

Pese a la euforia con la selección en aquel 1986, esta caería en cuartos de final en la tanda de penaltis ante Bélgica y el título se lo llevaría la Argentina de Diego Armando Maradona, estrella del Napoli y del fútbol mundial.

El cuadro Atalanta e Hipómenes
No muy lejos de Cibeles se encuentra el Museo del Prado, la gran pinacoteca. En la galería central del museo sobresale un monumental cuadro realizado por el pintor italiano Guido Reni en el siglo XVII, y que casi pasa inadvertido a causa de tanta obra y belleza alrededor de otros grandes artistas italianos, como Tiziano o Veronés. Una metáfora perfecta de la temporada del Atalanta de Bérgamo, campeón por primera vez de la Europa League y cuarto clasificado en la Serie A 2023-24, en un curso donde Inter o Fiorentina también han tenido protagonismo.

Dicho cuadro es 'Atalanta e Hipómenes'. Un óleo sobre lienzo que decora el Prado y el Museo di Capodimonte de Nápoles. Dos ejemplares sobre el mismo mito. Un mito que se trasladó al fútbol en Italia en forma de sociedad de 'calcio'.

El mito de Atalanta 
La Atalanta Bergamasca Calcio es el equipo de fútbol de Bérgamo, situada al norte de Italia dentro de la región de Lombardía, que fue fundado en 1907 y que tomó el nombre de la heroína griega Atalanta.

¿Quién era Atalanta? El mito de Atalanta según la mitología era el de una joven consagrada en celibato a Artemisa que fue abandonada por su padre, amamantada por una osa, otro vínculo indirecto con la ciudad de Madrid, y acabó convirtiéndose en una cazadora muy bella, fuerte y muy veloz. Tan segura estaba de sí misma, que llegó a afirmar que tomaría como esposo a aquella persona que lograra superarla en una carrera. El que no lo lograba, la muerte le esperaba.

Hipómenes se enamoró de Atalanta y aceptó el reto, pero usó una artimaña para vencer en dicha prueba. El engaño consistió en lanzar por el camino tres manzanas de oro que previamente le había proporcionado la diosa Afrodita -diosa del amor-, detalle que aparece en el cuadro de Guido Reni, y que mostraba la ayuda divina. Hipómenes logró su objetivo y contrajo matrimonio con Atalanta.

La Atalanta de Bérgamo muestra en su escudo el rostro de una mujer y su pelo movido por el viento a causa de la velocidad de la heroína, muy similar a la imagen mostrada en el cuadro de Reni.


La ciudad de Madrid, Cibeles y Atalanta 
La historia de amor entre Atalanta e Hipómenes, surgida del engaño y de la ayuda divina, sumó un nuevo episodio cuando ambos llegaron a un templo para dar rienda a su pasión. Aquella ofensa hizo que fueran castigados y convertidos en sendos leones. Un castigo en forma de condena dictado por la diosa Cibeles, a quien estaba dedicada dicho recinto sagrado.

Estos leones se pueden apreciar en Madrid en varios sitios importantes: flanqueando la entrada del Congreso de los Diputados, aunque estas piezas de bronce son popularmente conocidas como Daoiz y Velarde -héroes madrileños del Madrid de 1808 en el levantamiento contra los franceses-, como a los pies de la estatua de la Diosa Cibeles, la misma fuente donde lleva celebrando el Real Madrid los títulos ante una Atalanta convertida en leona, incapaz de mirar a su antes amado, y ahora también león, Hipómenes.

miércoles, 17 de julio de 2024

Scorpions, 40 años del 'Love At First Sting'

El momento histórico marca el devenir de una persona. El grupo alemán Scorpions siempre será vinculado con la caída del Muro de Berlín y con la consiguiente desaparición del telón de acero, aquella separación que existía entre la Europa occidental, ligada a Estados Unidos y al capitalismo, y la Europa oriental, vinculada a la Unión Soviética y al comunismo. Si bien, la historia de estos germanos es muy anterior, concretamente desde la década de los 60, aunque su éxito tuviera que esperar más años.

Scorpions siempre se ha situado musicalmente entre el hard rock y el heavy metal, como un funambulista que practica y cae a ambos lados para ser sujetado por la red. El éxito de la banda, especialmente en Japón, iba encontrando su reflejo en el resto del planeta durante los años 80, cuando las cifras de ventas de discos ya empezaron a llegar al millón de copias en los Estados Unidos, el escaparate favorito del rock.

 

Los años iban pasando, las polémicas por las portadas iban planeando sobre el grupo y llegan las cuatro patas de la mesa del éxito de Scorpions en ese decenio: 'Animal Magnetism' (1980), 'Blackout' (1982), 'Love At First Sting' (1984) y 'Savage Amusement' (1988). En particular, 'Love At First Sting', con el que se baten todos los registros del grupo, incluyendo en su propio país, donde la fama se había resistido.

Con la excusa del 40º aniversario de 'Love At First Sting', Scorpions ha realizado una gira donde volver a tocar los temas de dicho trabajo, el noveno de su discografía, además de otros clásicos de la banda. Una gira de recuerdos y de repaso a su dilatada trayectoria musical.
 


Scorpions en el Wizink Center de Madrid, 16 de julio de 2024

Hay veces que las modas son pasajeras y otras en las que se convierten en una tendencia porque tienen sentido. Los tours enfocados a un solo disco o a una etapa de un grupo lleva siendo habitual un tiempo. Desde Iron Maiden pasando por W.A.S.P., la nostalgia vende y mucho. A veces demasiado.

Con la excusa de repasar el 'Love At First Sting', Scorpions dibujaba una extensa gira por España con varias paradas, entre ellas el WiZink Center de Madrid. Un país que no es extraño ni para el grupo, que desde 1982 lleva visitándolo, ni para algunos de sus miembros, como es el caso de Rudolf Schenker, guitarrista y fundador de la formación surgida en Hannover.

Phil Campbell and the Bastard Sons, o lo que es lo mismo, el exguitarrista de Motorhead era el encargado de ejercer de telonero de Scorpions. Cumplieron con creces, pese a su corta actuación. Había prisa porque los escorpiones salieran de su nido.

 Una pantalla gigante con animaciones a todo color trataba de robar la mirada del público hacia el quinteto, quienes salieron con una sonrisa de oreja a oreja, como si fueran un grupo de amigos alemanes que han ido a la Costa del Sol a pasar un fin de semana de excesos o de excesiva tranquilidad. 


 Klaus Meine caminaba con pasos cortos y una gran voz. Representaba la tranquilidad del grupo, por otro lado era Rudolf el que mostraba la pasión y la velocidad, correteando por el escenario como un niño en un día de Reyes, mientras Matthias Jabs seguía a veces su estela.

Pese a algún problema con el micrófono, que a veces parecía que estaba más bajo que los instrumentos, el concierto de Scorpions era técnicamente insuperable. El setlist arrancó con Coming Home, Gas In The Tank, Make It Real y la instrumental Coast To Coast, que daba un respiro a Klaus. Después se dio un segundo bloque con I'm Leaving You, Crossfire, Bad Boys Running Wild y Delicate Dance. Los temas se amontonaban a la misma velocidad que caen las piezas del Tetris.


 Si las baladas tuvieras Denominación de Origen, posiblemente Scorpions reclamaría su patente. Porque si en algo han sido reconocidos internacionalmente es por ese lado romántico del grupo, el cual llegó por partida doble. Primero con Send Me An Angel y luego con Wind Of Change. Las luces del móvil, que son las llamas de los mecheros versión 2.0, brillaban con fuerza en el WiZink Center.

Manos apretadas, besos y mirada de complicidad. El Pabellón de la calle Goya parecía una puesta de sol en el horizonte que contaba como público con parejas de enamorados prometiéndose la vida eterna juntos, fundidos en un solo cuerpo como en la portada del álbum de Scorpions. Si son 40 años cuenta como toda una vida.

Wind Of Change es un tema que siempre estará vinculado a un momento histórico, porque nadie mejor que un grupo alemán para explicar las consecuencia sociopolíticas que supusieron la caída del Muro de Berlín (1989) y la inmediata unificación de la Alemania Federal (RFA) y la Alemania Oriental (RDA).

Además, Scorpions había sido un actor activo en este proceso, dado que fue uno de los grupos que había participado en aquel célebre tour de grupos de rock en 1988 en la Unión Soviética, además de las diez noches tocando en Leningrado. Algo impensable anteriormente y que empezaba a ser posible merced a las políticas aperturistas denominadas 'Perestroika' impulsadas por el presidente Gorbachov. Los alemanes no estuvieron solos en aquella 'exótica' aventura a la que se sumaron Bon Jovi, Skid Row, Mötley Crüe, Ozzy Osbourne o Cinderella.

Volviendo al presente, y concretamente a Madrid, la parte final de la actuación se cerraba con Tease Me Please Me, The Same Thrill, New Vision, Blackout y Big City Nights. El grupo alemán, que anteriormente había dado la enhorabuena a España por la Eurocopa en Alemania, se despedía de una audiencia que sabía que quedaban más 'picaduras' de este escorpión, al menos dos más, que pudieron haber aumentado en número, viendo cómo de eufórico se encontraba Mikkey Dee, toda una leyenda en la batería.

El 'heavy metal' se le considera un estilo musical con un extraordinario gusto por las baladas románticas. Si hubiera que hacer una lista, da igual quien la realizara, seguro que incluiría Still Loving You. Posiblemente sea el tema más conocido para el público que no conoce al grupo e incluso sea un tema muy conocido para gente que desconozca de qué grupo es. Un tema que casa muy bien con la portada de este álbum y una canción a la que se debe mucho que el índice de natalidad se haya mantenido, o incrementado, en algunos países.

El cierre final llegaba con Rock You Like A Hurricane, mítico himno usado de forma recurrente en películas y en el deporte. Es un corte que define perfectamente lo que fue el rock duro en esa época. El lema "sexo, drogas y rock and roll" llevado al extremo de manera explícita o de una manera más sutil, con sus metáforas y estrofas con doble sentido, pero siempre rock. Y eso es lo que han ofrecido estos sonrientes germanos que no han venido de vacaciones a España, sino a mostrar lo que fueron y lo que son.

sábado, 13 de julio de 2024

Más de 72 temporadas y dos noches amando a Metallica

A los grupos musicales les pasa como a ciertas personas. Da igual lo que hagan porque ya nos tienen ganado. Metallica pertenece a ese colectivo. Los de San Francisco ya no van a innovar, o al menos en el corto plazo. Aquella explosión de 'thrash metal' hizo que la audiencia y la crítica alabaran en la década de los 80 aquel estilo musical rápido, pesado y contundente, que supuso un punto mayor, si cabe, de agresividad en el 'heavy metal', que ya de por sí era y es potente.

Overkill y Metallica se repartieron esta paternidad, pero Metallica acaparó con los años todos los focos y las portadas de las revistas. De hecho, encabezan actualmente esa etiqueta llamada 'los cuatro grandes del thrash metal' (The Big Four), donde comparten estrellato con Megadeth, Anthrax y Slayer. 

 El éxito de Metallica se debe a sus cinco primeros trabajos: 'Kill'em All' (1983), 'Ride The Lightning' (1984), 'Master Of Puppets' (1986) y '...And Justice For All' (1988). Estos cuatro ases del thrash, junto al álbum negro 'Metallica' (1991), polémico en su momento por ser más comercial, conforman la época dorada del cuarteto. Y es que a partir de entonces las críticas han rodeado cada nuevo disco, aunque sus giras siguieran en auge y tuvieran la misma, o más, repercusión.

Metallica se basa en James Hetfield, voz y guitarra, y Lars Ulrich, batería, como sus dos pilares. Ambos fundaron en California a este mito vivo del rock. En la travesía han contado con distintos compañeros de viaje: desde Dave Mustaine, quien posteriormente a su marcha fundaría Megadeth, pasando por el malogrado bajista Cliff Burton, quien falleció en un trágico accidente, pasando por Jason Newsted. Una nómina de renombre hasta dar con Robert Trujillo, quien se ha asentado junto a Hetfield, Ulrich y Kirk Hammet, quien lleva tantos años en el cuarteto que parece que lo hiciera desde el principio.

Esta es la familia de Metallica, que al final es como ese viejo amigo de toda la vida al que le perdonas todo, o casi todo. Compartiste esa época más radical y alocada propia de la juventud, luego pasó por un momento más oscuro, e incluso tuvo algún desvarío. Al final se ha establecido y hasta se ha aburguesado, perdiendo la inocencia y el descaro, pero sus conversaciones te siguen encandilando. Sigue siendo él. Ha cambiado, pero permanece la esencia. 

Metallica Metropolitano Madrid

Metallica, Architects y Mammoth WVH en el Metropolitano de Madrid, 12 de julio de 2024. Primera noche.

Pese a tener una dilatada carrera profesional, Metallica no es de las bandas que hayan sido tan habituales en Madrid. Atrás queda su primera descarga en la capital, en un lejano 1987 y en un desaparecido Pabellón del Real Madrid, donde los blancos jugaban al baloncesto y ahora hay cinco inmensas torres, una metáfora muy baloncestística. El tiempo pasa para todos, también para Metallica. No en vano, esta es la segunda vez que tocaban en el Metropolitano, solo que en 1996 era conocido popularmente el recinto como 'La Peineta' y el Atlético de Madrid no lo tenía como principal hogar deportivo. Tempus fugit.

Con el pretexto de presentar el undécimo disco de estudio, llamado '72 Seasons' (2023), los cuatro jinetes volvían a España con un formato novedoso: dos conciertos en una única ciudad, con repertorios distintos, y desiguales al de otras citas del tour, además de contar con teloneros diferentes. Más no se podía pedir.

Otra de las novedades, a medias, era el escenario, con una forma circular que dejaba en el centro un lugar para los privilegiados, emulando el célebre foso y exclusivo 'Snake Pit', aunque este fuera más estrecho y con forma de pentágono. Un círculo amplio que permitía una gran visibilidad desde muchos puntos de la pista y del graderío. Un gran acierto.

Alrededor se situaban ocho torres que parecían los clásicos depósitos de agua neoyorquinos. Estas torres, además de tener robot de luces, servían de pantallas y estaban decoradas con la silueta de los principales edificios madrileños, como la Torre Picasso, las Torres KIO o el icónico Pirulí de Torrespaña.

El sol castigaba con justicia a los aventureros que querían poblar el perímetro del escenario circular. Hubo que esperar a las 18:30 para que apareciera Mammoth WVH, el grupo del hijo del legendario Eddie Van Halen. Los norteamericanos dejaron huella con su hard rock con mucho estilo. 

El siguiente en aparecer era Architects, grupo británico de Brighton que practican un metalcore que bebe mucho de Korn, Linkin' Park y BMTH, unas veces melódicos y otras perturbando con la voz gutural. El cantante, Sam Carter, sorprendió luciendo la equipación retro de España en la Eurocopa de 1996. La sorpresa vino cuando mostró que debajo llevaba la camiseta de Inglaterra.

Pocos minutos después, el silencio se adueñó para dar paso a la pieza del éxtasis del oro del compositor Ennio Morricone, The Ecstasy Of Gold, de la película 'El Bueno, el Feo y el Malo', dirigida por Sergio Leone e interpretada por Clint Eastwood, y cuya escena final está curiosamente rodada en la provincia de Burgos, recreando un cementerio figurado bajo el nombre de 'Sad Hill', que servía de inicio para el inicio del concierto de Metallica en Madrid. Un recurso habitual en un gira atípica.

El espectáculo arrancó explosivo, marca de la casa, muy de vieja escuela. Creeping Death y Harvester Of Sorrow dejaron el listón demasiado alto. El grupo comenzó a desgranar temas de su discografía, algunos pocos habituales en el pasado y más habituales en el presente. También había tiempo para lucir el '72 Seasons' con el tema homónimo. James Hetfield, Lars Ulrich, Kirk Hammett y Robert Trujillo, tratando de chapurrear castellano, se divertían. Hasta improvisaron Kirk y Robert un extraño dueto instrumental bajo el nombre de 'Sangría Brain'. La noche era perfecta, el repertorio algo menos.

Repertorio de Metallica en Madrid, 12 de julio
Repertorio de Metallica en Madrid, 12 de julio, via setlist.fm

The Day That Never Comes fue el punto de inflexión. La química con el público estaba siendo buena, pero faltaba una comunión total y fue tras la instrumental Orion cuando la carrera no iba a tener final. Como si fuera el cuadro de la 'Noche estrellada' de Van Gogh, miles de luces de móviles se multiplicaron entre los fans para saludar a la sensible Nothing Else Matters donde James trataba de lucirse. Un pequeño paréntesis para esta locomotora que iba desbocada y a gran velocidad, al ritmo que imponía un entregado Lars desde el kit de batería.

Sad But True siguió la línea más clásica y moderada, porque el tramo final iba a ser una locura colectiva formada por Battery, Fuel y Seek & Destroy. Balones gigantes con el logo del grupo caían del cielo para ser jugados en la arena, como niños en un parque de bolas. Miles de personas se sumían en distintos pogos donde todo el mundo saltaba y se entremezclaba. Sudor, alegría y aquel tema del CD de algún adolescente, ya convertido en adulto, que no paraba de sonar en su día y que hoy atronaba por los amplificadores. El verano había llegado al Metropolitano y se estaba rodando un anuncio improvisado de Estrella Damm.


 Cuando parecía que no se podía detener más el tiempo, o retrocederlo, es cuando las manijas del reloj estallaban y Master Of Puppets reinaba en este adorable caos. El histórico himno de Metallica de 1986, que sedujo a la generación pasada y que se ha colado en las listas de Spotify de nuevos oyentes, algunos no vinculadas al mundo del rock, por su aparición en la popular serie ‘Stranger Things’. Un punto final mágico acorde a un grupo de leyenda, quien guarda un hermoso idilio con Madrid, aunque no vengan tanto como parece. Se lo perdonaremos.

Metallica, Ice Nine Kills y Five Finger Death Punch en el Metropolitano de Madrid, 14 de julio de 2024. Segunda noche.

Abrieron la jornada dominical los bostonianos Ice Nine Kills, quienes mostraron un metalcore pegadizo al que le añaden constantes referencias cinematográficas, casi teatrales, como si se tratara del catálogo de un viejo videoclub. Versiones particulares de ‘American Psycho’, a través del tema Hip To Be Scared que transforma al cantante Spencer Charnas en Patrick Bateman, ‘Cementerio de Animales’, 'La matanza de Texas' ‘Viernes 13’, ‘Pesadilla en Elm Street’, ‘IT’, ‘El Silencio de los corderos’ o la primera parte del ‘Resident Evil’, donde una actriz emulaba sobre las tablas a Milla Jovovich en su lucha contra los afectados por el Virus-T. Homenajes al séptimo arte con mucha clase. Los estadounidenses convirtieron el feudo rojiblanco en un divertido pasaje del terror. Un show muy entretenido tanto en lo musical como en lo escenográfico. 


Five Finger Death Punch tiene un estilo personal pero a la vez influencias variadas. Se pueden ver trazas de Rob Zombie, Pantera, principalmente, incluso a Faith No More, en la voz y el estilo de Mike Patton, o también de Iron Maiden en sus melodías, pero con un resultado final más vanguardista, como si fueran una versión nu metal 2.0 y groove 1.5. Son de Las Vegas y son una apuesta segura. Tenían que caldear el ambiente y la temperatura subió muchos enteros. No en vano, su cantante se dedicó a rociar con agua las primeras filas, como un bombero sin manguera.

Dicen que las segundas partes no son mejores que las primeras, para desdecir esta sentencia está 'El Padrino', que abarca más y es más completa, 'Terminator', que es más espectacular que la primera entrega, 'Regreso al Futuro', donde añaden un giro de tuerca más a la historia, o 'El Señor De los Anillos', donde rebosa más magia su secuela. Algo parecido pasaba con el arranque del segundo día de Metallica en Madrid, con un setlist más apabullante, completo, espectacular, ingenioso y fascinante. 

  Como si fuera el Día de la Marmota, aunque el calendario no se hubiera detenido en un 2 de febrero, Metallica subía al mismo escenario del otro día, en el mismo estadio y tras haber escuchado el ‘Éxtasis del Oro’ del genio Morricone. Otro día más en la oficina ante un público igual pero algo distinto, e igualmente receptivo. 

Sin más presentaciones, Whiplash saltaba al césped madrileño junto a For Whom The Bell Tolls. Coincidiendo con los 100 años Hemingway y justo cuando en Pamplona se celebran los Sanfermines, su memoria volvía a ser evocada con este tema, cuya letra está inspirada en la obra homónima de Hemingway, la cual versa sobre la experiencia personal del escritor como reportero en la guerra civil en España.

 No había tiempo para respirar, la siguiente bocanada de aire era a través de Ride The Lightning, The Memory Remains y Lux Aeterna. Curiosamente, los denominados como cuatro hombres de negro, han optado por un amarillo chillón para identificar su último CD. Un color llamativo que dejaba pinceladas alegres en la grada y el escenario. Este último trabajo, ’72 Seasons', que no se puede decir que sea malo, ni tampoco que sea bueno, no nos engañemos; es un álbum con algún detalle y momento de brillantez, pero al que le falta continuidad y algo de alma. Es como ese delantero que no tiene mal disparo, pero que no te firma más de 10 goles por temporada; cumple, pero no satisface.

Hablando de goles, los tantos de la selección española en Berlín ante Inglaterra surgían primero como un rumor y luego como una noticia entre algunos de los asistentes que lograban algo de cobertura. Un bien tan preciado en esta noche como el whisky durante la Ley Seca.

Volviendo a la música, los clásicos se alternaban con los nuevos y los más recientes con los de siempre. Un carrusel del que era difícil salir. The Call Of Ktulu se entremezclaba con Welcome Home (Sanitarium) y Wherever I May Roam, casi nada. El valhalla de los sonidos.

 También había tiempo para la improvisación y la sorpresa, propia de los magos y de Metallica cuando toca en directo. Kirk Hammett y Robert Trujillo hicieron su particular homenaje a España interpretando el Bienvenidos de Miguel Ríos.

The Unforgiven es ese tema tan elegante que tendría que estar expuesta en un museo y exhibida en una urna de cristal. La oscuridad de las gradas perdía por instantes su anonimato con la aparición de las luces de los móviles, quienes asomaban al exterior como luciérnagas en un ritual de apareamiento. Mientras el resto de cámaras trataban de guardar para la posteridad esta bonita estampa.

Inamorata dio paso a la parte más inflamable del concierto, cuando las llamaradas parecían atrapar a los cuatro jinetes mientras interpretaban Fight Fire With Fire y Moth Into Flame. Mucha tralla. Potencia al límite.

Dicen que siempre hay que quedarse con hambre para el segundo plato y el postre. También en los conciertos hay que dejar energías para las despedidas. One es única, es un bello y angustioso canto antibelicista. Se basa en la cinta ‘Johnny cogió su fusil’, en ese sufrimiento de una persona seriamente mutilada que se ve atrapada en su propio cuerpo devastado. Una cárcel de huesos y carne que no le deja salir. Los riffs de guitarra sonaban como ráfagas desde un nido de ametralladoras, con James dejándose la voz en cada estrofa.

Mientras los goles regresaban por un momento a un Metropolitano donde no había fútbol pero donde siempre se respira fútbol, máxime si España se estaba jugando a la vez ser campeona de Europa. El tanto de Oyarzabal devolvió el protagonismo al balón. Más alegría para una noche desbordante. La vida podría ser tener cada dos días a Metallica tocando en la capital, pero desgraciadamente la vida tiene otros planes, generalmente más aburridos.

Para terminar, una pesadilla convertida en la canción soñada para muchos. Porque la idea de Enter Sandman parte de una nana tarareada a los niños. A unos niños que ya son adultos y que ya no creen en monstruos que salen del armario, pero que siguen amando muchas temporadas después a esos ídolos que estaban en sus paredes en forma de póster. Esos ojos que eran los últimos que te miraban al dormir. Buenas noches, Metallica; somos campeones de Europa y vosotros del mundo del rock.

martes, 2 de julio de 2024

Birdy y James Vincent McMorrow, voces prodigiosas en el Botánico

 Hay artistas a los que ciertos escenarios les encaja como anillo al dedo. El festival 'Noches del botánico' tiene algo de bucólico, con mucho encanto. Durante los meses de junio y julio la Ciudad Universitaria de la Complutense pierde su aparente tranquilidad nocturna para dejar paso a la música, con infinidad de artistas y estilos.

Juntar en una misma noche a dos cantantes tan similares, y a la vez tan distintos, como James Vincent McMorrow y Birdy sonaba muy bien. Dos extraordinarias voces, intimistas, privilegiadas, que brotan como sendos susurros en la noche, a quienes llegó la fama en España de una manera casual. Al primero, al irlandés, por poner la música para la promoción de la Lotería de Navidad en 2014, y a ella, aunque ya era conocida para un sector especializado, fue mayor su impacto también a raíz de su aparición en varios anuncios de TV.

James Vincent McMorrow y Birdy en las Noches del Botánico de la Complutense, 1 de julio de 2024

Si algo une también a James Vicent McMorrow con Birdy, además del idioma, es esa sencillez y timidez pese a las tablas que poseen. James era bañado por el sol cuando cantaba sus primeros temas. Ataviado con una gorra azul y luciendo la poblada barba daba la apariencia de un conductor de la Ruta 66 o de un apasionado del 'grunge'. Y es que la pasión es uno de sus fuertes. 

Vicent puso ganas y su torrente de voz para domar la selva del Botánico. Él solo bastaba, pese a contar con otros tres compañeros de fatiga a su alrededor, para centrar la atención de todos. Le dio tiempo a repasar su discografía, además de dejar gran versión del Wicked Game, e incluso mostrar su lado más dicharachero. Fue tan brillante su actuación que no necesitó ni focos para mostrarse.

James Vincent McMorrow

Birdy llegó a la música de manera precoz. Su acertada versión del Skinny Love de Bon Iver, hizo que su largo nombre casi imposible de recordar, que podría servir de clave wi-fi, Jasmine Lucilla Elizabeth Jennifer van den Bogaerde, y menor apodo y fácil de recordar, Birdy, fuera etiquetado como el de una futura gran promesa para el pop británico. Una lista interminable de la se suele tachar más nombres de los que se deja, entre ellos el de esta hija de pianista y de escritor. Una mezcla que explica mucho.

Birdy irradia ternura. Su hilillo de voz al hablar, que no al cantar, conjunta con unos ojos vivos y una leve sonrisa como tarjeta de presentación. Llegó a Madrid con ese aire de época victoriana que transforma a esta mujer en una bailarina de una pintura de Degas mecida por el viento, con la diferencia que este cuadro tiene banda sonora propia. 

Hablando de BSO, la británica eligió como primer tema Not About Angels de la película 'Bajo la misma estrella' (The Fault In Our Stars). Salió al escenario descalza, porque sabía que para dejar huella solo tenía que usar el micrófono y conjuntar las teclas.

Apenas ha llegado a la treintena y ya lleva más tiempo en la industria de la música que fuera de ella. Una vida plena de éxitos para esta cantautora que a veces es más conocida, curiosamente, por sus acertadas 'covers', como el People Held The People, cuya versión original es de la banda Cherry Ghost.

Su voz es una como una brisa veraniega, suave y aterciopelada, tan apropiada para dar la bienvenida a julio entre ese vergel en mitad del conocimiento que es el Real Jardín Botánico Alfonso XIII de la Universidad Complutense de Madrid. Por ello su actuación, en mitad casi del bosque, tenía algo especial y distinto. Además, la complicidad del público, con un respetuoso y sepulcral silencio durante su actuación, contribuían a esta magia.

'Portraits' era el disco más usado de la noche. También el más actual. I Wish I Was A Shooting Star sucedía a Ruins II y Paradise Calling. Por ahí se colaban Young Heart y Young Blood. El repertorio seguía sumando muescas a su revolver. Listas para ser disparadas.

Si para el resto de canciones había ciertas dudas, para el tramo final había pocas sospechas y muchas certezas. El último tramo se componía de Skinny Love y Winter, además de la extraordinaria Wings, que volaba por el Botánico como una luciérnaga en la noche, brillando como solo lo saben hacer las grandes estrellas. 

Cuando parecía que todo había terminado, sin sorpresas y de una forma abrupta, es cuando Birdy devolvió con dulzura el cariño y respeto del público en forma de un tema extra, con un muy elocuente título, porque I'll Never Forget You define el sentimiento de esta jornada de lunes dedicada a las voces prodigiosas, las cuales brillaron y serán difíciles de olvidar. 

jueves, 27 de junio de 2024

Aquel excitante curso de Cameron Crowe con Sean Penn

Hemos hablado en el 'podcast' de 'Butaca y Butacón', junto a Borja García Tejero, Nicolás Garrido y Óscar Navarro, sobre 'Aquel excitante curso', 'Fast Times At Ridgemont High' como título original. Se trata de una comedia adolescente estadounidense de 1982 dirigida por la directora Amy Heckerling basándose en un guion original de Cameron Crowe y en sus experiencias personales. Es una cinta que habla sobre los primeros amores y las relaciones de pareja, todo ello con una estética ochentera y guiños constantes a la música.

 

GRAN REPARTO DE FUTURAS ESTRELLAS

Uno de los alicientes de esta película es la gran cantidad de futuras estrellas de Hollywood que vivían alguno de sus primeros grandes papeles, debido a su juventud. Empezando por dos de las protagonistas: Phoebe Cates, con su mítica escena saliendo de la piscina, y Jennifer Jason Leigh, cuyos papeles van evolucionando hasta casi cruzar sus caminos, pasando por Sean Penn, Forest Whitaker o Nicholas Cage, quien aparece bajo su apellido real, Coppola.

Tampoco hay que olvidar a Cameron Crowe, guionista y apasionado de la música, quien pasaría después a la dirección con notables películas como 'Solteros', donde habla de Seattle y del grunge, para llegar a su cénit personal con 'Jerry Maguire' y la oscarizada 'Casi Famosos'.


GUIÑOS MUSICALES

Durante todo el metraje se muestran camisetas, pósteres, carteles publicitarios, compras de entradas, e incluso grafitis de grupos musicales o solistas de renombre: Rolling Stones, AC/DC, Earth, Wind & Fire o Bruce Springsteen, Van Halen, quienes gozaban de tanta popularidad en 1982 que su caché era de los más altos del rock.

También se menciona a Pet Banatar, quien tuvo el honor en 1981, con su tema You Better Run, de ser el segundo videoclip de la historia en la MTV tras el Video Killed The Radio Star de The Buggles, e indirectamente tratan de conquistar a Debbie Harry hecha de cartón y en forma de cartel publicitario.

 

LAS ZAPATILLAS VANS

La marca VANS, de 1966, e icónica por su dibujo de sus zapatillas en cuadros de distintos colores vivió su auge en la década de los 80. Esta película ayudó a su popularidad, ya que Sean Penn luce varios modelos, al igual que la música punk californiana, cuyos mayores exponentes: el grupo Bad Religion, estaba empezando su despegue por las ondas con una estética más propia de surferos o skaters, justo el público que solía ir a sus conciertos y justo el público que empezó a usarlas como parte del uniforme urbano.

'Butaca y Butacón' es un programa cinematográfico de http://La-Fm.es que ha recibido el premio #ASECAN2021. 

 'Disparatado Treintañero' es el espacio cinematográfico de Nicolás G.M., tanto en su blog personal como en este podcast.

domingo, 23 de junio de 2024

Spawn, el antihéroe del infierno que suena a Marilyn Manson

 Spawn (1997) trata sobre un antihéroe que regresa del infierno a la tierra tras un acuerdo con el diablo. Es una adaptación cinematográfica del cómic creado en 1992 por el canadiense Todd McFarlane que no pertenece ni a DC ni a Marvel, las dos grandes editoriales que copan la industria. 

Spawn tiene puntos a favor, tanto por el origen afroamericano del personaje, lo que le otorga un público más amplio, además de un ambiente oscuro para el desarrollo de la acción y un personaje atormentado que comparte planteamientos con Fausto, por vender su alma en el averno, y de la obra 'Paraíso Perdido' (Paradise Lost), de John Milton.

 En el reparto destacan como protagonistas Michael Jai White, John Leguizamo, en un digno papel como 'Violator', caracterizado como un payaso, quien recuerda a su vez al supuesto afable pero en realidad asesino en serie John Wayne Gacy, y finalmente Martin Sheen, quien pone la cara más conocida al reparto.

El personaje de 'Violator' es el recurso cómico en algunas ocasiones, con referencias sexuales en sus chistes, y alterego de Spawn en este universo gótico al que no le falta una catedral con gárgolas, al más puro estilo del 'Batman' de Tim Burton.

LA BSO 

El 'score', o parte orquestado correspondió al compositor neozelandés Graeme Revell, avalado por la fama de su trabajo en 'El Cuervo', cuya influencia en Spawn también es significativa, pero sin el éxito de la película de Alex Proyas.

La banda sonora recoge muchas de las tendencias que tenía el rock y el metal a finales del milenio. Están Filter, metal alternativo, la fusión de Tom Morello, integrante de Rage Against The Machine y Audioslave, el rock alternativo de Incubus, el post-grunge de Silverchair, la parte más electrónica a cargo de The Prodigy y Marilyn Manson con un tema inédito, Long Hard Road Out Of Hell, que también dio título a la biografía del cantante.


El vínculo de Marilyn Manson con Spawn ha perdurado, dado que el videojuego que apareció en 2015 también contó con otro tema del grupo, aunque en este caso no se trataba de un corte hecho ex profeso para la banda sonora. 

'Butaca y Butacón' es un programa cinematográfico de http://La-Fm.es que ha recibido el premio #ASECAN2021. 

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martes, 18 de junio de 2024

Uriah Heep, Saxon y Judas Priest salen por la Puerta Grande de Vistalegre

Hay artistas o grupos de música que han pasado a la historia por sus canciones o su influencia en otras bandas. Solo algunos elegidos añaden más motivos para ser recordados, para ser emulados. Judas Priest es uno de sus nombres. 

Judas Priest, fundado en 1969 y cuyo nombre se debe a un tema de Bob Dylan, es uno de los grandes referentes del heavy-metal. A ellos debemos algunas de las canciones y riffs más característicos de este género musical. A ellos debemos que el cuero sea sinónimo de este género musical.

Rob Halford, cantante de la formación, es el primer artista que extendió la costumbre en el heavy-metal de vestirse con cuero negro sobre los escenarios. Una indumentaria que se adquiría en sex-shops y no en tiendas convencionales de ropa.

No es el único legado que le debemos a Halford, dado que en 1998 y durante una entrevista para la MTV confesaba su verdadera inclinación sexual. Una homosexualidad que había permanecido visible para su círculo cercano pero oculto para el resto del mundo, a la espera de encontrar el momento en el que "liberarse". 


Uriah Heep + Saxon + Judas Priest en la Palacio de Vistalegre de Madrid, 17 de junio de 2024

Decía Santiago Segura en la película 'El Día de la Bestia', donde interpretaba a un fanático del heavy-metal, que "era satánico y de Carabanchel". Homenajeando al personaje de la cinta de Álex de la Iglesia, el madrileño distrito de Carabanchel, que siempre ha estado ligado al rock y que tiene como referente a Rosendo Mercado, se tiñó de negro merced a la legión de seguidores que no se querían perder este aquelarre musical perpetrado por tres leyendas del rock británico en su versión más dura. 

Los londinenses Uriah Heep, cuya popularidad en los 70 era memorable, Saxon, abanderados de la célebre 'nueva ola del heavy metal británico' -etiqueta que comparten con Def Leppard y Iron Maiden-, y Judas Priest cerrando a esta 'Santísima Trinidad' del rock.

Uriah Heep saltaron al ruedo del Palacio de Vistalegre, también usada como Plaza de Toros, pronto y puntuales. El público todavía no había llegado a ocupar el coso taurino cuando tocaban los primeros acordes. Una faena redonda, a la que sorprendentemente acompañó un excelente sonido. Un mal endémico que padece la Plaza de Vistalegre y que sufrirían los otros dos espadas de la noche.

Con apenas ocho temas, desde Save Me Tonight a Easy Livin', mostraron el amplio abanico de estilos musicales dentro del rock, con un tono psicodélico y progresivo marca de la casa.

El objetivo de cualquier grupo telonero es el de abrir para la banda principal y 'calentar' a los seguidores. En definitiva, subir la temperatura. El termómetro de la Plaza de Toros se elevó a lo más alto con la descarga de Saxon. Académica, de heavy-metal añejo y con denominación de origen. Solo falló el sonido, unas veces el micro estaba bajas y otras reverberaba la acústica. Madrid estaba a sus pies y ellos empeñados en llevar a la ciudad a los infiernos a lomos de una moto.

 Rob Halford posee una de las más admirables voces dentro del rock. Los tonos agudos de Halford son parte de la historia del 'heavy-metal' y a sus 72 años siguen en plena forma. Tan generoso quiso estar Vistalegre que a veces sus paredes devolvían esa voz, confundiendo y desluciendo el espectáculo, como si fuera una pelota lanzada contra la pared.

Pese a este contratiempo que tuvo Judas durante su descarga en Madrid, el grupo, y en especial su cantante, se lucieron. Apareció Rob Halford ataviado con una chaqueta plateada que alternaría con su mítica 'chupa' de cuero con tachuelas y una americana dorada. Como si de unos Juegos Olímpicos se tratara, Rob se iba colgando la plata y el oro, sucesivamente.

Judas tenía ganas de mostrar toda su artillería y disponía de poco tiempo para exhibirla. 18 temas correspondientes a 10 discos, alternando clásicos como Rob Halford alternaba su vestimenta. You've Got Another Thing Comin', Breaking The Law, que hasta tiene el privilegio de aparecer en un capítulo de los SImpsons, y Love Bites se entremezclaban con algunos de los tema del último trabajo 'Invincible Shield'. aunque en Madrid no asomara el maravilloso Crown Of Horns.


Sinner y Turbo Lover, eran las más celebradas y coreadas, mención aparte para Painkiller, un tema que está en cualquier listado de mejores temas de la historia del metal. Lo tiene todo y Rob lo da todo. al igual que el resto del grupo, y aunque Ian Hill permanezca en un segundo plano, como rechazando el protagonismo. Solo la maldita acústica de Carabanchel rompía algo la armonía.  


El podio final estaba formado por Electric Eye, Hell Bent For Leather, incluyendo una motorizada aparición en el escenario sobre una flamante Harley-Davidson, y Living After Midnight, la cual anunciaba que iban a dar las doce campanadas después de haber vivido una maratoniana jornada de vieja escuela de rock, de la que se siguen dando clases magistrales aunque falte un relevo en las aulas.

viernes, 7 de junio de 2024

Tuno Negro, el 'slasher' español con Maribel Verdú, Silke y Jorge Sanz

En esta ocasión hemos hablado en Twitch junto a Borja García Tejero, Nicolás Garrido y Óscar Navarro sobre 'Tuno Negro' (2001) , el 'slasher' español que surge tras el éxito de las cintas estadounidenses 'Scream' o 'Leyenda Urbana', pero al que le añaden detalles muy nuestros, como el hecho de estar ambientado en dos de las universidades con más solera de España, Alcalá de Henares y Salamanca, y de contar con un asesino con una denominación de origen muy española: un tuno.


HOMENAJES CINEMATOGRÁFICOS

Los 'slashers', género de terror donde el villano suele ir enmascarado y asesinando con un arma blanca, de ahí el nombre, están claramente homenajeados. No en vano, el inicio, con Maribel Verdú como protagonista, recuerda al rol de Drew Barrymore en 'Scream' y a su vez al arranque de 'Psicosis', sorprendiendo al espectador al sacrificar la estrella.

No es el único guiño cinematográfico que hay en la cinta dirigida por Pedro L. Barbero y Vicente J. Martín. El vínculo de Silke con Eusebio Poncela, tan respetuoso y fraternal, puede tener ecos de 'El Silencio de los corderos' y también la relación que tenían Jodie Foster (interpretando a Clarice Starling) con Anthony Hopkins (quien daba vida al despiadado Hannibal Lecter).

También, como en esta película, hay un rol de la mujer con más fuerza y decisión, con más protagonismo, alejado del espacio que se tenía reservado generalmente para las actrices en gran parte de las películas del siglo XX, donde eran comparsas en muchos casos de los hombres.

 

BANDA SONORA

Muy española y de estilo variado, destacando El Canto de El Loco con Y Si El Miedo, que suena junto a clásicos del panorama nacional como Def Con Dos, habituales en las bandas sonoras de la época, Tequila, El Hombre Gancho o los granadinos 091.


Vive a través de Twitch del análisis que hicimos de esta película española que prueba con el género de terror y una larga lista de estrellas del cine patrio, como Jorge Sanz, Enrique Villén, Paca Gabaldón, Maribel Verdú, Fele Martínez...

'Butaca y Butacón' es un programa cinematográfico de http://La-Fm.es que ha recibido el premio #ASECAN2021. 

 'Disparatado Treintañero' es el espacio cinematográfico de Nicolás G.M., tanto en su blog personal como en este podcast que también tiene su propio canal en Twitch.

martes, 28 de mayo de 2024

30 segundos a Marte y horas de espectáculo para los Leto

Camaleónico es la mejor definición que se le puede dar a Jared Leto, tanto en su faceta de actor o en su vertiente más reciente de compositor y músico. Un artista inclasificable y adictivo, como su atormentado personaje en 'Requiem For A Dream', con un atractivo innegable que seduce a las pantallas y una capacidad creativa desbordante.

Su carrera profesional como actor lleva unos años marchando de forma paralela a su proyecto musical '30 Seconds To Mars', nacido en 1998 y donde comparte viaje con su hermano Shannon, porque la familia Leto, al contrario que su personaje en 'La Casa Gucci', vive en armonía fraternal y rodeada de éxito.  

Desde su primer trabajo musical en 2002, bajo el título homónimo de '30 Seconds To Mars', los Leto no han dejado de evolucionar, de explorar nuevos sonidos. Nacieron bajo unas guitarras marcadas y un guiño a lo alternativo. En este su sexto disco 'It's the End of the World But It's a Beautiful Day', la transformación y dulcificación hacia un pop electrónico parece ya completada. 

30 Seconds To Mars + Jagwar Twin en el WiZink Center de Madrid, 28 de mayo de 2024

Jagwar Twin se presentó en Madrid desde la humildad y terminó con una merecida ovación con su ecléctico repertorio. Muy adecuado para lo que venía después, la llegada de los Leto con su 'Seasons World Tour'.

El nombre para esta gira no podía ser más apropiado, porque todas las épocas, todas las anteriores giras iban a tener cabida. Up In The Air, Walk On Water y Rescue Me era la manera de arrancar y repasar la actualidad del grupo. Jared Leto se mostraba jovial y dicharachero sobre el escenario, excepto una reprimenda inicial a un seguidor, vestido con una capa que le daba cierto aire de héroe moderno y elegante.

 Bajo este atuendo lucía una torera color rojo tan apropiada para una tarde de Feria de San Isidro. A Jared se le cae el carisma por los bolsillos. No necesitó mucho para conectar con un público en su mayor parte femenino. En realidad no necesitó nada para conectar con la audiencia. Solo su presencia servía.

Pese a que el ritmo del concierto era lento, marcado por un exceso de los coros, muy habituales en su discografía pero dilatados en el tiempo, así como una constante interacción con sus fans, que tanto se lo agradecían con grandes muestras de cariño y amor: de pasión.

Life Is Beautiful, Hurricane y This Is War retrocedían el reloj del WiZink Center, como si un árbitro hubiera echado atrás el crono. Algo muy creíble viendo a la pareja protagonista, tan jóvenes como en el pasado y con el elixir de la belleza como receta. Jared Leto es Dorian Gray sin retrato. Su hermano tampoco tiene el cuadro y mantiene el mismo marco y percha de la familia. 


 La parte acústica, especialmente Never Not Love You o From Yersterday, demostró que hay mimbres para transformar muchos temas en su versión desenchufada, pese a los arreglos electrónicos de algunos temas. Un momento íntimo con el que poner un paréntesis a la parafernalia de fuegos de artificios y baterías electrónicas.

Repertorio de 30STM en Madrid, vía setlist.com

Night Of The Hunter, Attack y City Of Angels llevaban el repertorio a una catarsis final de grandes éxitos entre grandes temas. Se estaba pasando de liderar el Rock Am Ring a tener una sesión dance en el Tomorrowland.

Con Jared enfundado con la equipación de la selección española de fútbol y la bandera de España como complemento extra, algo que ya había hecho en anteriores visitas, el grupo se disponía a cantar Stuck, un tema que al principio confunde y luego termina llevándote desatado a una pista de baile, junto a The Kill y Closer To The Edge. Un trío infalible. Tres cartas ganadoras con las que no se podía fallar.

Para este instante ya habían subido algunos espectadores al escenario para romper la cuarta pared junto a este actor que juega a ser cantante, ¿o es un cantante que ha terminado siendo actor? Nunca se sabe, pero lo que sí se sabe es que el espectáculo está garantizado con ese apellido.

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