En el corazón de Manhattan, un pequeño bar abierto en 1973 iba a servir de trampolín para futuras bandas. Un templo del rock en el que su dueño, Hilly Kristal, terminó viendo desfilar a gran parte de los protagonistas de la música punk y del new wave -derivación del punk a la que se le fue sumando elementos como teclados o instrumentos electrónicos, un anticipo del gótico y del synth pop-.
El CBGB
El nombre completo del local era CBGB & OMFUG. Un confuso título que respondía a las iniciales de "Country BlueGrass Blues" y "Other Music For Uplifting Gormandizers". La primera parte se debe a tres géneros musicales: Country, blues y bluegrass -o música folk tradicional irlandesa y escocesa-. La segunda corresponde a una frase del propietario para referirse al abanico de estilos que se escapaban de la anterior definición, englobándolos en la frase "otra música para melómanos glotones".
Para acortar, los habituales se referían al sitio como CB's. Un espacio que abría sus puertas a todo tipo de expresión de cultura, incluyendo la lectura de poemas, y que acabó siendo, contra todo pronóstico, la cuna del punk americano. Allí acudía un público tan variopinto y selecto como Andy Warhol, Paul Simon, Mick Jagger o Bruce Springsteen.
Fachada del CBGB, foto tomada por Adam Di Carlo. |
La lista de grupos que tocaron tras el famoso toldo del 315 de la calle Bowery es amplia. Un elenco encabezado inicialmente por Willy Deville, Television, Misfits, The Police, Talking Heads, Blondie, B-52, The Cramps, Patti Smith, The Dictators y The Ramones, responsables de asociar al punk con el CBGB.
La ubicación del CBGB parecía la más indicada para apadrinar el punk estadounidense. El estilo musical venido de Londres propio de los desheredados, nihilistas y políticamente incorrectos tenía un altavoz adecuado en un barrio sin apenas atractivo turístico ni comercial, con alto grado de delincuencia y poblado tanto por antiguos veteranos de guerra como jóvenes sin futuro desencantados por la sociedad.
The Ramones
Los Ramones fueron los grandes apadrinados de Hilly Kristal. La formación practicaba una música simple ajena a las complejas composiciones que imperaban en aquella década en el rock. El sonido vivo y directo era el adecuado para ser interpretado en una sala de tales dimensiones. El 16 de agosto de 1974 comenzaba el matrimonio entre Ramones y CBGB con el primer concierto del cuarteto en el recinto. Un idilio que se mantendría durante muchos años, siendo uno de las paradas habituales en sus giras
El combo formado en Queens tenía ingredientes suficientes para pasar al estrellato. Los miembros acogían el apellido Ramone a la par que se enfundaban las chaquetas de cuero, un efectivo caparazón con el que interpretar un repertorio que invitaban a la alegría y a la fiesta. Todo ello bajo un icónico logotipo inspirado en el sello presidencial del gobierno del país y que aún pervive en la cultura popular y urbana.
Blitzkrieg Bop, Sheena Is A Punk Rocker, Do You Remember Rock & Roll Radio o I Wanna Be Sedated entraban en el listado de clásicos de la formación. Los Ramones disfrutaban del éxito personal que chocaba con los problemas personales vividos en el seno del grupo.
En recuerdo a los Ramones, el cantante Joey Ramone -fallecido a comienzos del siglo XXI, al igual que Johnny y Dee Dee- dispone de una plaza en su querida Nueva York en la intersección de East Second con Bowery, cerca de lo que fue el CBGB.
Patti Smith
La llamada 'madrina del punk' ponía el toque femenino e intelectual al estilo punk. Patti Smith editó en 1975 su disco de debut llamado 'Horses', aunque no era la única faceta artística en la que se desenvolviera. Su paso por París acentuaron su pasión por la interpretación, la pintura o la poesía. Una mujer polifacética que empezó siendo asidua a las sesiones nocturnas del CBGB para terminar como parte de él y que dejaba perlas musicales como el Because The Night, coescrita con Bruce Springsteen.
The Dictators
Los Dictators son otra formación de la 'gran manzana' clave en la historia del punk y habitual en el CBGB. La carrera del grupo, donde todos sus integrantes actualmente son judíos, arranca en 1973 y abarca varias décadas, si bien su producción discográfica es escasa para el tiempo que han permanecido en escena.
La formación siempre ha contado con la presencia de Ross "The Boss" Friedman, miembro original del grupo y uno de los pilares donde se asentó una leyenda del heavy-metal como Manowar, donde participó en la etapa dorada del grupo desde 'Battle Hymns' a 'Kings Of Metal', o lo que es lo mismo desde 1979 hasta 1988.
El célebre Who Will Save Rock And Roll? de los Dictators parecía la historia del desenlace del CBGB.
El CBGB echa el toldo
Los problemas económicos, y las presiones municipales del alcalde Guiliani acabaron con la mística en 2006. Las viejas paredes repletas de grafitis y el viejo toldo dejaban atrás 32 años de conciertos. El germen del punk perdía una referencia y la música uno de sus garitos más mágicos. No en vano, Guns N' Roses ofreció un acústico en 1988, Bad Religion dejaba su huella y Pearl Jam actuaban en 1991 para su club de fans.
Entre el 9 y el 13 de octubre se anunciaron los últimos shows en el CBGB. The Dictators cerró la serie antes del concierto final ofrecido el día 15 con participación de Blondie, Patti Smith y Flea de Red Hot Chili Peppers. El setlist concluyó con el Gloria de Van Morrison intercalado con los grandes éxitos de los Ramones.
El final del sueño de Kristal
Hilly Kristal, dueño del local, fallecía apenas unos meses más tarde del cierre definitivo. Una de las lonas de su local, dado que la original fue robada a mediados de los 80, se trasladó al museo del Rock and Roll de Cleveland, Ohio, donde es exhibido como una reliquia de la música.
Una tienda de ropa masculina, John Varvatos, ocupa actualmente el local. Los diseñadores optaron por respetar la nostalgia del establecimiento con innumerables guiños al rock: discos de oro, guitarras, bajos, pintadas en las paredes y fotos de los Ramones decoran la nave.
El director de cine Randall Miller presentó durante este año una película dedicada a todos los momentos vividos en aquel local de Hilly Kristal. El título elegido para la cinta fueron las mismas cuatro letras que asomaron en aquella vieja tela blanca donde se refugió la música punk: el CBGB.